Montan estaciones para estudiar en Córdoba las tormentas más severas del planeta
«Proyecto Relámpago”. Así bautizaron a la investigación que científicos de la Universidad de Illinois (Estados Unidos) iniciaron en Córdoba para estudiar lo que llaman “las tormentas más severas del planeta”.
En realidad, el trabajo se extiende a tres provincias del centro del mapa argentino. Prevé instalar 30 estaciones meteorológicas y de monitoreo en tres provincias con una inversión de unos 30 millones de dólares. En mayo de 2017 La Voz anticipaba el inicio de este proyecto.
Una de las primeras estaciones en montarse está en Berrotarán (departamento Río Cuarto). Por estos días se trabaja en su puesta a punto.
El objetivo es recabar datos sobre los tipos de tormentas que ocurren en esta zona, calificada entre los especialistas como la que genera la mayor cantidad de fenómenos severos en el mundo.Según el diario Puntal, el sábado pasado un equipo de profesionales de Estados Unidos llegaron a Berrotarán para instalar en el campo de la familia Lenardón (a unos 2,5 kilómetros al sur de esa localidad) una moderna estación de monitoreo.
Estaciones similares se ubicaron en Pilar y otras se emplazarán en Carlos Paz, Marcos Juárez, Alpa Corral, Piedra Blanca y El Durazno, entre otros puntos de Córdoba.
Steve Nesbitt, profesor en Ciencias de la Atmósfera de la Universidad de Illinois y responsable del proyecto Relámpago, junto a Francina Domínguez, del Departamento de Ciencias Atmosféricas, señalaron a la emisora FM 104.3 Radio Berrotarán: “El proyecto Relámpago procura entender cómo se forman los sistemas convectivos que nacen en las sierras de Córdoba, crecen, se organizan y migran hacia el este. Nosotros somos el equipo terrestre y estamos midiendo las variables de tierra”.
Una vez instalados los 30 equipos harán mediciones de evapotranspiración, calor sensible, y otras variables como viento, temperatura, presión y precipitaciones. “Todo el monitoreo será vía satelital”, precisaron a esa radio local.
En el proyecto participan 10 universidades estadounidenses, la agencia estatal norteamericana Nasa, cuatro universidades argentinas (entre ellas la Nacional de Córdoba y la Nacional de Buenos Aires) y el organismo científico argentino Conicet y el Inta, entre otras entidades. Durante todo un año se observarán equipos haciendo seguimiento de tormentas y de inundaciones en esas tres provincias.
La base de operaciones hídricas estará instalada en el Inta de Marcos Juárez y la meteorológica en Villa Carlos Paz.
Desde el Inta Marcos Juárez se indicó que un aporte especial será el estudio de inundaciones y napas subterráneas de aguas en este territorio.
Un fan local
Puntal cita que en Berrotarán la instalación de la estación se realizó en el campo de la familia de Matías Lenardón, un vecino que comenzó como aficionado a la tecnología siendo niño y que a los 18 años creó su propio equipo de monitoreo. Tras realizar un curso de operador meteorológico terrestre, Matías tiene en detalle el día a día del clima en Berrotarán y zona desde 2009 a la fecha.
Matías señaló al diario riocuartense que en su caso sólo cede un espacio físico de su campo para la instalación del moderno equipo y contó que los norteamericanos “explicaron que es un proyecto para el estudio de las tormentas que se producen en esta zona y que consideran son las más fuertes del mundo”.
El equipo trabajando en Berrotarán. (Foto Matías Leonardón, publicada en Puntal)
Anticipo
En una nota publicaba por La Voz en 2017 se anticipaba este proyecto. Por entonces, se anunciaba que varias instituciones científicas de Estados Unidos financiarán una investigación, que tendría su centro de operaciones en Córdoba, y que servirá para mejorar los pronósticos de eventos extremos a nivel global y para ayudar a las regiones agrícolas.
“Una amplia zona de Argentina, que incluye a nuestra provincia, es testigo de las tormentas más poderosas del mundo. Entender cómo se forman y se desarrollan es clave para mejorar los pronósticos, en especial sobre eventos serios. Un equipo internacional destinará 30 millones de dólares para esta misión, señala aquel informe de este diario.
“Este conocimiento redundará en beneficios para hacer prevención y alerta de tormentas serias. Pero primero tenemos que conocer, entender y cuantificar estos fenómenos”, explicaba entonces Eldo Ávila, investigador del Grupo de Física de la Atmósfera de la Facultad de Matemática, Astronomía y Física (Famaf) de la UNC, que colabora con el estudio en marcha.
Según la hipótesis más consensuada, el poder de las tormentas en esta región se debe a una combinación de los vientos altamente húmedos que vienen del Amazonas, los cuales chocan contra distintas zonas montañosas de Argentina y suben con gran energía (proceso llamado convección) para luego producir nubes muy altas y cargadas energéticamente.
Las características que las hacen especiales son su gran desarrollo vertical (la nubosidad tiene varios kilómetros de alto), precipitaciones intensas y, sobre todo, gran actividad eléctrica.
Según aseguraba Ávila, las sierras de Córdoba juegan un rol clave, ya que buena parte de estas tormentas extremas se origina gracias a nuestras Altas Cumbres.