Porteña: Denuncian muerte masiva de abejas y culpan a las fumigaciones
Productores apícolas de la localidad de Porteña denunciaron ante el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) la mortandad masiva de abejas, que detectaron el jueves y este viernes en la zona, durante controles en las colmenas.
Sospechan que sería consecuencia del uso agroquímicos, ya que se trata de un número de muerte elevado para esta época del año, el cual supera las 500 colmenas en un radio que comprende 10 kilómetros alrededor del pueblo.
«En la medida que las actividades económicas del lugar no convivan con respeto, se van a perder los apicultores y las abejas de la zona, la cual ya está ocurriendo».
Así lo confirmó a LA VOZ DE SAN JUSTO Federico Chicco, uno de los apicultores denunciantes que hasta el momento llevaba contabilizadas unas 200 colmenas envenenadas.
«El jueves encuentro una de las colmenas envenenadas y cuando me cruzo del otro lado del pueblo, encuentro dos colmenas más en el mismo estado donde no quedaba nada, sólo la abeja reina con unas 10 abejas más», precisó Chicco.
«Cuando me acerco a la colmena, veo algunas abejas muertas afuera de la misma, siendo que cuando la comienzo a destapar veo el resto muertas adentro del cajón», agregó.
El apicultor dijo que «en mi caso particular, son 220 las colmenas perdidas, pero hablando con otros colegas me dicen que les pasó lo mismo con 60 colmenas y 90 respectivamente y así van apareciendo a medida que nos vamos contactando. Esto en un radio de 10 kilómetros alrededor de Porteña».
«Nunca tuvimos este nivel de mortandad en esta época del año»
Consultado sobre la hipótesis del envenenamiento a causa de productos químicos para aplicados a la agricultura, Chicco dijo que «cuando le pasa a un solo apicultor puede ser un error de manejo, pero cuando se trata de cuatro apicultores distintos, evidentemente el factor es otro».
Al respecto, añadió que «todos los años tenemos mortandad de abejas pero mínimas y en la época de floración de la soja, cultivo que se fumiga mucho y se reponen fácil, pero en esta época nunca se dio y menos en esta cantidad masiva».
El experto explicó que «en esta época comienza a dar jarabe de azúcar a la colmena para incentivar a la abeja reina a que inicie la postura, siendo que se acerca la primavera y debe desarrollar la colmena y estar fuerte para la floración de alfalfa que garantiza el polen».
El apicultor sostiene que «debe ser un productor muy fuerte el que se está aplicando, o bien el viento arrastra el mismo y se da así la contaminación de la abeja. Todos fumigan alrededor de un campo cuando hay alguna plaga».
«Mientras estuve recorriendo el campo, vi cuatro o cinco fumigadoras, por lo que si siguen aplicando este producto, el impacto será mayor en las abejas, teniendo en cuenta que aún me restan revisar colmenas», alertó.
Pérdidas económicas y ambientales
«Recuperar las colmenas perdidas demanda de tiempo e inversión, pero lo más preocupante es quien nos asegura de que esto no vuelva a ocurrir el año próximo», manifestó Chicco con preocupación.
Y destacó que «la abeja es un actos fundamental para la biodiversidad ambiental por lo que en la medida que las actividades económicas del lugar no convivan con respeto, se van a perder los apicultores y las abejas de la zona, la cual ya está ocurriendo».
«En esta época hablamos de entre 30.000 y 35.000 abejas por colmena, pero si esto sucedía dentro de un mes, la cantidad de abejas se hubiera duplicado», puntualizó.
Un colmena se obtienen alrededor de 35 kilos de miel, que se vende a $55 el kilo. Entonces, la pérdida promedio sería de $385.000.
En materia económica, el apicultor precisó que «para reponer una sola colmena hay que hacer o comprar dos núcleos de abejas que tiene un valor cercano a los $800, pero hay que pensar también en la producción que no vamos a tener».
Cabe señalar que de una colmena se obtienen alrededor de 35 kilos de miel, que se vende a $55 el kilo, lo que en este caso, significaría una pérdida promedio de $385.000.
Fuente: La Voz de San Justo