Cooperativa de Tamberos El Alba, de Colonia Vignaud, celebró sus 80 años de vida institucional
Cooperativa de Tamberos El Alba, de Colonia Vignaud, celebró sus 80 años de vida institucional.
Lo hizo con una cena a la que asistieron casi la totalidad de asociados de la entidad, que fue servida en el salón del Centro Juvenil de Colonia Vignaud, atendida por los propios miembros de la Comisión Directiva del club.
150 personas participaron de la misma, que tuvo algunos momentos protocolares como el descubrimiento y bendición de una placa de recordación, el discurso del Presidente del Consejo de Administración Ariel Víctor Ferrero, la entrega de presentes a los asociados y empleados, y el brindis con todos presentes por el 80 Aniversario.
La celebración culminó con una exitosa actuación del humorista «Capocha» Orellana.
DISCURSO COMPLETO DEL PRESIDENTE ARIEL FERRERO
En esta noche de celebración de los 80 años de vida de nuestra amada cooperativa, quiero felicitarlos a todos por haber recorrido hasta acá, un camino que empezaron un 21 de abril de 1938 un grupo de personas valientes, que confiaron en sus fuerzas y capacidades para transformar sus vidas y la de la comunidad que las rodeaba.
Esas personas, que fueron nuestros padres para algunos o nuestros abuelos para otros, hasta incluso bisabuelos, creyeron en los principios cooperativos de igualdad y participación como herramienta para llevar adelante una misión clave que fue el agregado de valor de su producción.
Hoy, 80 años después, y con una misión diferente, la cooperativa sigue nucleando a los productores tamberos de la zona para brindarles servicios para sus explotaciones.
Aunque para bien o para mal, en los últimos años, la crisis del sector industrial, nos hizo volver a su cobijo y su contención para defender en forma grupal las condiciones de venta de nuestra producción, justo cuando creíamos que la cooperativa no tenía nada que hacer respecto a la comercialización de la leche de sus asociados.
En estos días, como imagino que debe haber pasados en aquellos años, las dificultades generan entre las personas de buena voluntad, una mayor unión.
Hoy la conforman asociados que han absorbido de sus antecesores, el cariño por la institución y los valores cooperativos. Muchos de los actuales socios son hijos, nietos o bisnietos, de aquellos hombres que firmaron en la casa del Sr. Capello la primera acta.
En 1938, cuando con 26 años de edad, mi abuelo, Constancio, participó esa primera reunión, no creo que haya imaginado que 80 años después la cooperativa seguiría siendo útil a sus asociados y mucho menos que un nieto suyo la presida, así como le iba a tocar a él en su momento, incluso a mi padre, aunque más no sea por un breve lapso.
Para el futuro, enfrentamos el desafío de que nuestra cooperativa siga brindando servicios de calidad, para ello tenemos que poner en juego toda nuestra creatividad y voluntad.
Tenemos que mirar para adelante, anticiparnos a las necesidades de nuestros asociados y así mejorarles el resultado de su negocio y ayudarlos a que la producción lechera siga siendo su medio de vida para ellos y las futuras generaciones.
En ese marco, el consejo está evaluando nuevos negocios. Por otra parte, hace días El Alba, junto con otras cooperativas de la zona firmó la adhesión al cluster lechero de la zona Noreste de Córdoba y Oeste de Santa Fe.
El cluster lechero es un ámbito de coordinación de actividades que favorecen la producción lechera. Lo integran personas e instituciones que están ligadas la explotación tambera, ya sea produciendo, brindando servicios, elaborando producción, vendiendo insumos, generando información. Es decir todos los que son afectados de alguna manera por la actividad.
Es una manera de ampliar el accionar de la cooperativa, para aprender de otros y aportar nuestra experiencia para quien pueda serle útil.
Para terminar, quiero hacerles llegar de parte del consejo de administración, el agradecimiento y las felicitaciones para todos quienes formaron parte de la historia de la cooperativa a lo largo de 8 décadas, asociados y empleados que la viven día a día como suya y a quienes participaron en la organización de esta fiesta.
También queremos pedirles que piensen siempre en la cooperativa como primera opción para la solución a las necesidades que se les presenten en su actividad productiva.
Así como la institución se esfuerza serles útil a ustedes, El Alba necesita de ustedes para vivir, utilizando sus servicios, aportando nuevas ideas, participando en el consejo de administración.
Tengo la esperanza, que dentro de 20 años, 10 de los chicos que corren hoy entre las mesas o alguno de los adolescentes que un viernes a la noche, vinieron a esta cena medio obligados, formen parte del consejo de administración del centenario.