Al detenido en Balnearia lo buscaban hace 8 años por «entregar» a los clientes de su inmobiliaria y era chef
Es el hijo del dueño de una inmobiliaria de San Isidro y estaba prófugo hace ocho años acusado de comandar una asociación ilícita y de «entregar» a los clientes de la firma para que sean asaltados, el detenido el pasado lunes en la localidad de Balnearia, donde trabajaba como chef en hoteles y eventos, informaron fuentes judiciales y policiales.
Se trata de Rodrigo Martín Del Coro Igarzábal (38), quien fue detenido por personal de la División Investigación Federal de Fugitivos perteneciente al área de Interpol de la Policía Federal Argentina (PFA).
«Creía que ya no lo buscaban o que la causa estaba prescripta. No usaba identidad falsa pero trabajaba como chef con su segundo nombre, Martín. Se hacía llamar ‘Tincho’ y tenía un ‘food truck’ que promocionaba por Facebook y con el que preparaba comidas para hoteles, festivales y eventos», señaló una fuente judicial.
Del Coro Igarzábal es el hijo del dueño de la inmobiliaria DIC Propiedades, con varias sucursales en los partidos de San Isidro y Vicente López, y trabajaba en el negocio familiar.
Hace ocho que era buscado por el fiscal Gastón Garbus de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) descentralizada de Martínez, en el marco de una causa caratulada como «asociación ilícita y robo calificado» y que lo tiene como presunto «entregador» de la víctimas que eran asaltadas por la bautizada «banda de la inmobiliaria».
Uno de los miembros de la organización que también trabajaba en la inmobiliaria junto al capturado, confesó y contó en su indagatoria que Del Coro Igarzábal llegó a planear el secuestro de su propio hermano y un asalto en la casa central de la inmobiliaria en Olivos, donde trabajaba su propia esposa, pero se cancelaron esos planes por lo peligroso que eran los delincuentes.
El acusado tenía captura nacional e internacional y figuraba con «red note» (alerta roja) entre los más buscados en la página de Interpol.
Hace ya varios años que el fiscal Garbus le pidió a los detectives de la PFA que integran Interpol que lo busquen en el exterior y el interior y así fue como hace pocos días le comunicaron que tenían una pista en Córdoba.
Personal de Interpol viajó a la localidad de Balnearia, comprobó que el dato era cierto y detuvo ayer a Del Coro Igarzábal, cuya identidad fue corroborada con el «morpho touch», un dispositivo móvil de lectura de huellas dactilares.
Los investigadores siempre sospecharon que Del Coro Igarzábal contó con el apoyo de su entorno para poder mantenerse en la clandestinidad.
Su familia, a través de su abogado, el penalista Miguel Angel Pierri, sostuvo en su momento que el joven era un «ludópata» y que necesitaba ser internado.
La investigación del fiscal Garbus se inició el 13 de diciembre de 2010 con un robo boquetero en la galería Paseo de Alvear de Martínez, donde una banda accedió a una casa de ropa, a una de bijouterie y a una joyería donde violó una caja fuerte y robó siete kilos de oro.
A raíz de una huella digital, identificaron a un miembro de la banda y gracias a que se le intervino la línea telefónica, el fiscal y la policía descubrieron que esta misma organización también se dedicaba a cometer todo tipo de asaltos violentos.
En las escuchas, los investigadores descubrieron las conexiones de la banda con Del Coro Igarzábal, uno de los hijos del dueño de las inmobiliarias DIC, y con otro empleado de la firma, Sebastián Emiliano Arias (37), quienes actuaban como «entregadores» de las personas que recibían dinero en efectivo por la venta de propiedades.
En la investigación -que contó con varios meses de escuchas directas-, se detectaron al menos tres hechos «entregados» desde la inmobiliaria, de los cuales algunos se concretaron y otros fueron frustrados.
Fuentes judiciales indicaron que además de Arias -quien por las escuchas también quedó imputado por hacer delivery de marihuana, cocaína y una droga sintética llamada «Avatar»-, hay otros cinco miembros de la banda ya condenados y queda un último prófugo identificado como Juan Pablo Carrera, alias «Pichu».
Rodrigo Martín Del Coro Igarzábal (38) fue detenido en Balnearia
Los cuatro asaltos que le atribuyen a la «banda de la inmobiliaria»
Cuatro son los asaltos que le atribuyeron a la denominada «banda de la inmobiliaria». El primero de los casos ocurrió el 7 de febrero de 2011 contra un hombre domiciliado en San Isidro que iba a recibir una importante cantidad de dinero por una operación inmobiliaria, pero como se trabajaba con escuchas directas, se evaluó el riesgo que podía correr la víctima y la policía montó un operativo saturación que obligó a la banda a abortar el golpe.
El 1 de marzo siguiente fue el turno de una mujer de 55 años domiciliada en la localidad de Carapachay, partido de Vicente López, que acababa de cobrar 50.000 dólares de un boleto de compra-venta de una propiedad de una operación realizada en una de las sucursales de DIC.
Los delincuentes la asaltaron en su casa pero finalmente se trató de una tentativa de robo porque no encontraron el dinero.
El 23 de marzo del mismo año, cuatro delincuentes armados que se movilizaban en dos autos asaltaron frente a su casa de Martínez a un hombre de 71 años que llegaba de cobrar 50.000 dólares de una de las sucursales de la inmobiliaria, pero los ladrones se equivocaron de maletín y en vez de llevarse el que contenía el dinero, robaron otro con documentación.
Un cuarto hecho que por las escuchas se le atribuye a la banda ocurrió la madrugada del 26 de marzo de 2011 en la localidad de San Antonio de Areco, donde cinco delincuentes ingresaron a la casa de un contratista de 59 años a quien le robaron 10.000 pesos, joyas, cinco celulares, una laptop y una moto marca BMW.
En abril de 2011 el fiscal de Martínez Gastón Garbus realizó múltiples allanamientos en los que terminaron detenidos varios integrantes de la banda, pero Del Coro Igarzábal logró mantenerse prófugo durante ocho años, hasta que este lunes fue detenido por Interpol en Balnearia.