Buenas políticas agropecuarias para que cuidar los suelos sea ley
Una frase que escribió el presidente Mauricio Macri esta semana en un documento que le entregó la Comisión de Enlace de Entidades Agropecuarias tiene un valor simbólico que trasciende la mera anécdota. “Adhiero a esta agenda de propuestas y trabajo”, subrayó Macri en la última página de los 14 ejes que propone el agro para encontrar un sendero de desarrollo “armónico”.
Entre esos temas clave, las cuatro instituciones del ruralismo incluyen la producción sustentable y el ambiente y hacen foco particularmente en el fomento a las buenas prácticas agropecuarias (BPA). Y con un dato relevante para Córdoba: ubican al programa provincial de buenas prácticas como el faro a seguir por el resto de las jurisdicciones y por la Nación.
“Deben difundirse, promoverse su implementación y monitorearse debidamente las normativas vigentes. Tomando ejemplos como el Programa de BPA de Córdoba, proponemos fomento concreto desde la Nación, provincias y municipios, así como acciones de capacitación continua para nuestros productores, trabajadores y contratistas rurales, entre otros”, señala textualmente el informe elaborado por la Mesa de Enlace.
Apoyo presidencial
La firma de Macri, entonces, rubrica por añadidura la estrategia que encaró el Gobierno de Córdoba a partir de 2017 de premiar a quienes “hacen bien las cosas”, como repite de manera frecuente el ministro de Agricultura y Ganadería, Sergio Busso. Un “cheque” que, más que ayudar al bolsillo del productor, le otorga una suerte de certificación oficial de que trabaja de una manera que cuida el ambiente, los suelos y su entorno social.
El programa, ya aceitado en su funcionamiento y que tiene los primeros intentos por ser copiado en otras provincias, ahora va por el paso que le falta para convertirse en una verdadera política pública: en la Fiscalía de Estado están ultimando los detalles del proyecto que el Ejecutivo elevará a la Legislatura para que el programa de buenas prácticas se transforme en ley.
Promoción sustentable
Busso confirmó que, en los próximos días, la iniciativa ya estará en el recinto de la Unicameral y en el Gobierno confían en que se aprobará con rapidez, ya que hay consenso entre los diferentes bloques sobre los beneficios que genera.
La transformación del programa en ley no implicará cambios significativos ya que sólo institucionalizará el trabajo que se viene desarrollando, apoyado en un Consejo Consultivo integrado por 40 instituciones que forman el entramado del agro cordobés y que es el que define y aprueba las prácticas que se premian. Quedará instaurado, en definitiva, en términos similares al régimen de Promoción Industrial que apoya a empresas que se radican o encaran proyectos de inversión en Córdoba.
El año pasado, 3.147 productores fueron beneficiarios del programa BPA, 74,15 por ciento más que los 1.807 del ejercicio previo. Además, casi se duplicó la cantidad de prácticas validadas, de 7.774 a 12.884. Asociativismo, capacitación, plan pecuario, pasturas implantadas, rotación con gramíneas y nutrición de suelos son las principales que se bonificaron
En superficie, se pasó de 697.817 hectáreas en 2017 a 1.095.883 hectáreas el último año. Un 57 por ciento más de tierra en la que se certificó una producción sustentable; una muestra de que, para incrementar las buenas prácticas, son imprescindibles las buenas políticas.
La Voz