Caso Casermeiro: El médico fue ejecutado en un maizal
l cadáver del ginecólogo Daniel Casermeiro (61) quedó tendido, sin gran disimulo, en medio de un maizal ubicado entre San Francisco y Luxardo, a unos 500 metros de la oficina para balanza de camiones que tiempo atrás él le había comprado a su amigo Gerardo Luis Gette (57), hoy detenido y acusado por el asesinato.
Los forenses determinaron que a Casermeiro lo mataron el mismo jueves que desapareció de un balazo en la nuca. En la escena del crimen no se hallaron signos de arrastre ni otras marcas que hicieran presumir que el cuerpo hubiera sido movido de lugar. O sea, se presume que lo mataron allí mismo.
El balazo, dijo el fiscal de Delitos Complejos de San Francisco, Bernardo Alberione, fue “a traición”. De espaldas y con el médico indefenso. Y varios sospechan que antes de dispararle, le ordenaron que se arrodillara.
Para los investigadores, Casermeiro sólo pudo llegar a pie junto al matador hasta ese lugar bajo amenazas. “Quien lo mató lo llevó a punta de pistola hasta ahí, y lo ejecutó”, amplió una de las fuentes consultadas. Es que no existe por ahora ninguna teoría sólida que pueda ubicar al médico en ese lugar del campo por otros motivos ajenos a una coacción.
El cadáver fue hallado el jueves al atardecer por un baqueano. A esa hora, ya había cesado la jornada para el grupo de 50 efectivos que estaban relevando una extensa área de 175 hectáreas ubicadas entre San Francisco y la población de Luxardo, distante a 23 kilómetros. Para ayer estaba previsto relevar el lugar donde fue hallado el cuerpo.
Los restos de Casermeiro no estaban tapados ni disimulados de ninguna forma. Sólo la altura del maizal hacía dificultoso observarlo a simple vista. Por la gran cantidad de días que el cuerpo estuvo a la intemperie, en medio de lluvias y con un sol abrasador, la descomposición se produjo de manera veloz.
Esto hizo que el cadáver adquiriera un color negro que hizo confundir a los primeros testigos, quienes el jueves a la noche hablaron de que había sido calcinado. Esto ya se descartó en la mesa de la morgue.
La pista financiera
Los peritos determinaron también que a Casermeiro lo mataron con un balazo calibre 22. El dato no es sólo para la anécdota: por lo general, de acuerdo a la historia criminal en el país, los sicarios suelen utilizar armas más potentes y letales, por lo que por el momento no se sospecha de que el crimen del médico haya sido por encargo.
La pista que guía la investigación de Alberione es la misma de aquel jueves 19, cuando se denunció la desaparición de Casermeiro: el móvil económico.
Además de ser un médico muy reconocido en San Francisco, donde era un pilar del Sanatorio Argentino ubicado en la zona céntrica de la ciudad, Casermeiro solía incursionar en distintos negocios inmobiliarios. También prestaba dinero, según consta en la causa.
Gozaba de un muy buen pasar económico y era usual que invirtiera en distintos negocios. Por eso, cuando su auto BMW 200i fue encontrado abandonado el domingo último en un maizal ubicado a la vera de la ruta provincial 1, a unos cinco kilómetros de donde el jueves fue hallado el cadáver, a pocos les sorprendió la importante cifra de dinero que tenía en el baúl: casi 10 millones de pesos en distintas monedas.
“El auto era su caja fuerte, según cuentan quienes lo conocían bien. No sé si siempre llevaba tanto dinero junto, pero era común que tuviera importantes sumas encima”, agregó otro informante que sigue bien de cerca la investigación.
El dato de que el matador haya abandonado el auto en otro lugar sin robar esa suma millonaria hizo descartar, también, la hipótesis de un robo.
Ante la prensa. El fiscal Alberione y los líderes de los distintos equipos de la investigación brindaron una conferencia con alcance nacional. (Radiocanal)
El sospechoso
Fue entonces que los investigadores comenzaron a indagar entre sus deudores. Y llegaron al ahora detenido, Gette, a quien muchos describieron como “amigo” de Casermeiro.
Los investigadores sostienen que en realidad mantenían una relación “tóxica” que se había ido construyendo a partir de distintos negocios en común. Transacciones en las que por lo general el médico era el que ponía las sumas más importantes.
“Gette era un comisionista de Casermeiro y de otras personas de la zona que suelen manejar mucho dinero”, lo describió ahora otro investigador.
Cuando Casermeiro abandonó el Sanatorio Argentino el jueves 19 minutos antes de las 10, dijo que ya volvía. Aún se aguardan los informes solicitados a una sucursal bancaria para establecer si fue esa misma mañana en la que retiró la suma millonaria.
Lo concreto es que una cámara de vigilancia lo tomó en contacto con Gette, dialogando con ademanes.
Luego, según estableció La Voz a partir de diversas fuentes, el cotejo de las cámaras ubica que Casermeiro y Gette se fueron juntos en el auto del primero.
Un quiosquero de Estación Luxardo relataría luego que ese día a las 14.30 el ginecólogo paró para comprar tres botellas de agua mineral. Se terminó por llevar dos de Powerade y una de un agua saborizada. El comerciante dijo que no pudo ver si había alguien más en el auto.
La cantidad de botellas hacen dudar a los investigadores sobre si en el auto iba un acompañante o acaso dos.
Gette, quien en 2012 había sido condenado en San Francisco a un año de prisión condicional por estelionato y defraudación por retención indebida, fue uno de los primeros en declarar cuando la investigación recién comenzaba.
Negaba haber tenido cualquier tipo de contacto con Casermeiro aquel día, algo que el registro de los teléfonos terminó por contradecir, y aseguró que esa tarde estuvo en un sector de la región muy distante al lugar donde apareció el cadáver, dato que fue desmentido por el seguimiento de su teléfono celular.
El domingo a la noche, el mismo día que fuera encontrado el auto del médico, el fiscal ordenó allanar la vivienda de Gette. Tras ello, el sospechoso se despachó con un texto que publicó en la red social Facebook: “No soy amante de las redes sociales y realmente no estoy equivocado!!! Parte de la sociedad y el pobre periodismo que tenemos, las usan sin pensar en el daño que pueden causar a personas o familias, dando nombres, apellidos… realmente unas miserias humanas!!! Hoy estamos pasando una situación desesperante con la desaparición de mi amigo el Doc Casermeiro… A raíz de eso se realizan allanamientos, testimoniales, etc., lo cual me parece perfecto de parte de la policía y la justicia que hacen su trabajo. Pero es realmente triste para su familia y amigos, la falta de seriedad de todos éstos informantes de cuarta que se pelean por dar malas noticias. Hay que usar leyes penales para estos irresponsables!!! (sic)”.
El fiscal lo imputó el jueves a la noche por homicidio calificado por alevosía.
Se sospecha que Casermeiro intentaba desde hacía días, sin éxito, que Gette le devolviera algún dinero. También se investiga si otro socio de Gette le reclamaba por una parte que no le habría rendido de la venta de la balanza al médico.
Ayer, en conferencia de prensa, Alberione resaltó el trabajo en equipo, las largas horas que los policías le dedicaron a la búsqueda y aseguró que la investigación recién comenzaba.
La Voz