Covid-19: en las cárceles de San Fsco y Córdoba producen barbijos y kits de Bío seguridad
El coronavirus (Covid-19) modificó la cotidianeidad en todas las personas y espacios. En los establecimientos penitenciarios de Córdoba, cuando comenzó la cuarentena, el personal propuso agregar a las confecciones habituales, (sábanas y frazadas), barbijos, ambos y kits de Bío seguridad.
El ministro de Justicia y Derechos Humanos, Julián López, reconoció el trabajo y esfuerzo de los agentes penitenciarios y de las internas e internos que enfrentan con actitud proactiva los efectos ocasionados por el virus. «Estamos muy contentos con la acción que se está llevando adelante en los distintos Establecimientos Penitenciarios de Córdoba, las personas privadas de su libertad han ofrecido su trabajo a través de los talleres para confeccionar barbijos que se entregan al personal, a los internos y a los trabajadores de SeNAF», expresó el ministro.Audio: ministro de Justicia y Derechos Humanos, Julián López
«Nos adelantamos en comprar más telas cuando advertimos que se venía la cuarentena», dijo la responsable de la Dirección de Trabajo, Producción y Comercialización Penitenciaria, Lorena Bruno y agregó que les sorprendió ver la actitud solidaria y comprometida de todos en general y en particular de algunos internos que no participan de los talleres habitualmente y que en esta oportunidad pidieron sumarse.
Luis es un interno que asiste habitualmente al taller de costura y dijo que se sintió orgulloso de colaborar con los trabajadores de los hospitales que están trabajando «las 24 horas de lunes a lunes». Para Alida, que está alojada en Montecristo, es muy importante poder colaborar con lo que se necesita «afuera y adentro del Servicio Penitenciario», manifestó.
En la época de máxima producción hicieron 500 barbijos por día, hoy están realizando 300 y le sumaron frazadas y sábanas para los centros de internación. Esto tiene que ver con que se sumaron otras confecciones como por ejemplo: sábanas, frazadas, kits de bioseguridad, ambos para personal sanitario.
A propósito, Bruno dijo que todas las prendas están avaladas por las autoridades médicas del Servicio Penitenciario que depende del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Provincia.
En números– comenzaron 110 internos entre hombres y mujeres y utilizan las 65 máquinas de coser. Hasta ahora se han entregado 14.600 barbijos, 310 kits de Bío seguridad y 90 mamelucos.
El proceso de confección comienza con la elaboración de los moldes que son realizados por costureros y costureras con oficio y luego antes de montarlos sobre la tela, son supervisados por el equipo médico, quien supervisa que cumplan con las exigencias dispuestas por el CEO.
Las prendas y artículos comenzaron siendo para el consumo interno pero a medida que se corrían los días de cuarentena y las necesidades de los hospitales y centros se incrementaban, comenzaron a despachar para afuera. Bruno cuenta que los talleres fueron cobrando otro sentido, de mayor pertenencia a lo que sucede afuera, en donde el virus impacta de igual manera a todas las personas, estén privadas o no de su libertad.
Los Establecimientos Penitenciarios que participan son Bouwer, Montecristo, Cruz del Eje, Río Cuarto, Villa Dolores y San Francisco.