Tratamiento con plasma para enfermos de Covid-19: Los estudios preliminares son muy alentadores
El Gobierno nacional mantiene una «gran expectativa» en que el ensayo clínico que lleva adelante el país, por el que personas recuperadas de coronavirus donan plasma para mejorar el tratamiento de pacientes en curso, sea exitoso.
«Más allá de que todavía no hay comunicaciones que aseguren la seguridad y la eficacia de este tipo de tratamiento, los estudios preliminares son muy alentadores», expresó este jueves Arnaldo Medina, secretario de Calidad en Salud del Gobierno argentino, en un encuentro con prensa internacional en el Hospital El Cruce de la localidad bonaerense de Florencio Varela.
Este es uno de los centros dispuestos para desarrollar un método experimental destinado a captar donaciones de plasma -parte líquida de la sangre- de pacientes recuperados de Covid-19, y usarlo de forma terapéutica, ya que las investigaciones apuntan a que las personas que sufrieron el virus generan un anticuerpo que puede ser favorable para los pacientes que aún están cursándolo.
El coordinador de la Dirección de Sangre y Medicina Transfuncional, Daniel Fontana, señaló que la expectativa tanto de los centros privados que desarrollan los ensayos como del protocolo público es que en julio próximo haya resultados «por lo menos parciales que permitan avizorar los beneficios ‘versus’ los problemas que pueda tener la transfusión de plasma».
El plan estratégico en Argentina también prevé desarrollar en el medio plazo un medicamento con plasma de convalecientes, que se llamará globulina hiperinmune, realizado por el Laboratorio de Hemoderivados de Córdoba.
El secretario de Calidad en Salud remarcó la «gran expectativa» de que el uso del plasma llegue a buen puerto y sea parte de una «solución integral para esta enfermedad».
Los requisitos para poder donar -los voluntarios han de ponerse en contacto con los hospitales, donde mantendrán una entrevista y estudios de sangre previos- son haber recibido el alta hace al menos 14 días, haber dado dos veces negativo y cumplir con todas las recomendaciones de un donante habitual.
Ya recuperada del coronavirus leve que la mantuvo varias semanas aislada, la joven bioquímica argentina Camila Corbatta, residente en el Hospital El Cruce, se unió al ensayo.
«Para mí es una oportunidad que es buenísima porque es un ratito nada más que estamos enchufados a la máquina y le damos la posibilidad a gente que la está pasando mal», afirma.
Según cuenta, su caso, que comenzó con un cuadro de fiebre, fue leve, y estuvo varios días en aislamiento obligatorio.
«Cuando me desaparecieron los síntomas, volvieron a repetirme el estudio y me hicieron dos PCR (test) consecutivos que dieron negativos para darme el alta», relata, convencida de que aunque ella no lo pasó «para nada mal», hay gente que sí.
«Si esto sirve para aliviar a otro, para mí vale la pena», sentenció, y alentó a la gente a la donación.
La Voz