El 83,5% de los hogares modificó la forma de comprar alimentos durante la pandemia
El 83,5% de los hogares modificó la forma habitual de compra de alimentos durante la pandemia de coronavirus, y un 90% adoptó medidas preventivas en relación con el acondicionamiento de las compras, según un estudio elaborado por el Instituto Tecnología de Alimentos (ITA).
El estudio realizado en 14 provincias del país, indicó que un 60% de los consumidores manifestó sufrir inconvenientes en la adquisición de determinados alimentos en sus hogares, manifestando como principal causa la falta de comercios de cercanía.
No obstante, también se observó en similar proporción, la imposibilidad o temor de salir a realizar compras, cuestiones económicas, el cierre de comercios específicos y otras causas no detalladas.
En este sentido, un 69% de los encuestados manifestó preocupación por el contagio a través de los materiales utilizados a lo largo de la cadena de adquisición de alimentos (bolsas, envases, cajas, etc.).
Por otra parte, un 90% de los hogares encuestados adoptó medidas preventivas respecto del acondicionamiento de las compras, tendencia que mostró un aumento de menor a mayor rango etario.
La inquietud por los alimentos como posibles vehículos del virus se manifestó en un 58% de los encuestados, encontrándose presente en mayor medida en personas de entre 51 y 60 años.
En esta línea, los productos frescos para consumo sin cocción y expuestos sin envase en los puntos de venta (como frutas y hortalizas) fueron los que generaron más preocupación (más de un 30%).
No obstante, las frutas y hortalizas no aparecen en la lista de productos que disminuyeron su consumo, por el contrario, aumentaron en un 7% durante el aislamiento.
En relación con los cambios en el consumo de alimentos en los hogares durante el aislamiento, el estudio indagó acerca de su aumento o disminución respecto del habitual, segmentándolo en diferentes grupos de alimentos.
Sobre esto se destacó un aumento neto del consumo de cereales y derivados (arroz, harinas, fideos, panificados) -11%-, infusiones -9%-, frutas y hortalizas -7%-, lácteos -5%-, grasas y aceites -3%-, bebidas alcohólicas -2%- y carne -1%-.
La disminución de consumo más marcada se observó en los alimentos listos para consumir que cayeron 14%, seguidos por los productos congelados (-5%), snacks (-4%), bebidas gaseosas y jugos (-3), frutos secos (-2), dulces, conservas y quesos y fiambres (-1%).