Estiman una Niña como la de la campaña 2011/12: ¿Cuánto cayeron los rindes ese año?
La Niña ya es una realidad: no hay climatólogo ni modelo que descarte la presencia de este fenómeno que significa, para Córdoba, un verano en el que continuaría el déficit hídrico que se sintió a partir del otoño y que tuvo un fuerte impacto en la cosecha de trigo.
La Oficina de Riesgo Agropecuario (ORA) volvió a ratificarlo esta semana: según la última actualización del pronóstico de consenso del fenómeno Niño/Niña, a mediados de noviembre la temperatura de la superficie del mar en el Pacífico centro y este estaba aproximadamente 1°C por debajo de lo normal.
En conclusión: “Todas las variables atmosféricas clave son consistentes con las condiciones de La Niña. La mayoría de los modelos de pronóstico la siguen previendo durante el verano, disipándose durante el otoño”, resumió la ORA.
En este contexto, si se tienen en cuenta estos valores de enfriamiento y los pronosticados hasta mediados del año que viene, el organismo estimó que La Niña prevista podría parecerse en gran medida a la de la campaña 2011/2012.
En ese marco, realizó un interesante ejercicio: relevó cuáles fueron los rindes en aquel período, de acuerdo con los datos del Ministerio de Agricultura de la Nación.
Para Córdoba, los valores tanto de maíz como de soja fueron los peores de la última década, incluso por debajo de los de la sequía 2017/2018.
El maíz hace 10 temporadas rindió 55,36 quintales en promedio; es un 21 por ciento menos que el promedio de la última década (70,4 quintales).
La soja de primera, en tanto, aportó una media de 20,7 quintales por hectárea, 30 por ciento por debajo de los 30 quintales que promedió en los últimos nueve años.
En la soja de segunda, el ciclo 2011/2012 cerró con 15,2 quintales, 40 por ciento menos que el promedio de 25 quintales de los últimos diez ejercicios.
¿Cuánto va a llover?
En el marco de una jornada organizada por Basf, el climatólogo Leonardo De Benedictis dio a conocer sus proyecciones para la campaña. Fue claro en que será un evento Niña “muy marcado” y en el que, lógicamente, hay que pensar en lluvias que estarán por debajo de los promedios en la mayoría de las zonas productivas argentinas.
En tanto, el último informe estacional elaborado por el climatólogo Eduardo Sierra, que trabaja para la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, afirma que los vientos alisios no son tan intensos y eso podría provocar que el impacto de La Niña no sea tan fuerte.
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— Estimaciones Agrícolas BC (@estimacionesbc) November 11, 2020
De todos modos, de los mapas elaborados por Sierra se advierte un déficit de lluvias para el fin de la primavera y durante el verano.
Diciembre. Según De Benedictis, los promedios se ubicarían entre 40 y 80 milímetros en casi todo el territorio cordobés, con valores más alto en el noroeste. Sierra es un poco más optimista: entre 50 y 100 milímetros, pero también con una franja en el noroeste que podría llegar a superar los 150 milímetros.
Enero. Para De Benedictis, seguirán por debajo de lo normal, sobre todo en el centro, norte y este de Córdoba, con acumulados por debajo de 100 milímetros. La perspectiva de Sierra es similar y con el mismo patrón de diciembre: mayores descargas en el noroeste y también en gran parte del departamento Río Cuarto.
Febrero. Durante este mes, para De Benedictis serán clave los días de calor, más que las lluvias. Normalmente, las mayores temperaturas suelen registrarse en enero, pero este año se correrían a esta época, que es crítica para la definición de rindes de la soja y del maíz.
El problema es que esto se chocaría con una reducción aún mayor del régimen de lluvias: en la mayoría de la zona agrícola cordobesa como máximo alcanzarían de 25 a 50 milímetros, según Sierra.
AGRO VOZ – LA VOZ