(🔊 ) – Padres piden por lugares permitidos para que sus hijos puedan juntarse sin correr riesgos
Las fiestas clandestinas son moneda corriente cada fin de semana y los padres velan por la seguridad de sus hijos mientras piden a las autoridades compromiso para habilitar espacios para que puedan divertirse.
Pablo, papá de un joven de Brinkmann, habló con LA RADIO 102.9 sobre lo ocurrido el fin de semana. Planteó que su hijo, junto a los amigos, terminó el sábado en una fiesta en un campo entre Porteña y Freyre donde había en el lugar alrededor de 300 personas.
La policía llegó al lugar con las luces apagadas, y cuando las encendieron comenzó el descontrol, las corridas por terrenos lindantes y más, detalló el papá.
Los mensajes de los oyentes no tardaron en llegar haciéndose eco de lo expuesto por el padre cuyos fundamentos están vinculados a evitar alguna desgracia y plantear la necesidad de habilitar algún lugar permitido para que puedan juntarse con sus amigos.
PROPIETARIOS DE CAMPOS
Integrantes de la familia Cerri se comunicaron con LA RADIO 102.9 para exponer la problemática que atraviesan como propietarios de tierras que también sufren las consecuencias de “las eternas”.
El campo está ubicado a unos 30 kilometros hacia el noroeste de Brinkmann, en jurisdicción de Colonia Isleta, y ya es la tercera vez que notan que el fin de semana se registraron en su propiedad las llamadas “clandestinas”.
“La primera vez no dimos cuenta por la basura que quedó en el lugar, jarros y botellas. Ya las otras dos veces teníamos soja sembrada y arruinaron todo. Los brotes estaban pisoteados, además de la basura que queda, y hay que hacer todo el trabajo y gasto económico de nuevo”, indicó la propietaria. Agregó que “los jóvenes cortan los candados y los alambres”.
Asimismo, explicaron que el joven que las organiza ya está identificado. Se realizaron dos denuncias en la policía de Morteros. “Hay material fotográfico y fílmico que prueba los hechos”, afirma la familia que insiste con tratar de evitar que ocurra alguna desgracia.
Tras ver los videos que circulan por las redes sociales e identificar a jóvenes de la ciudad, los propietarios del campo se comunicaron con los padres de los chicos para alertarlos y la mayoría coincide en que desconocen de lo sucedido ya que, cuando les dan el permiso, es para juntarse con amigos pero en ningún momento les dicen que van a estos sitios privados.