Cinco mil docentes pidieron no volver a la presencialidad
os cinco mil docentes de todos los niveles y modalidades de escuelas estatales solicitaron a la Provincia la dispensa del deber de asistencia a los lugares de trabajo por encontrarse en algún grupo de riesgo debido a la situación sanitaria por la propagación del Covid-19.
La cifra representa el 8,3 por ciento de los educadores que se desempeñan en la gestión estatal, y que prestarán servicios de manera remota. La Provincia, en estos casos, tendrá que garantizar la suplencia de las horas que el docente con dispensa aprobada no cubra en el aula.
Según una disposición oficial (memorándum 04/2021 del Ministerio de Educación), los suplentes deberán firmar, al momento de la aceptación de cargos u horas cátedra, una declaración jurado en la que indiquen que no son personas de riesgo. En caso de incumplimiento serán dados de baja del cargo de manera automática.
La cartera educativa provincial confirmó que los cinco mil trámites iniciados están siendo valorados por el área de Medicina del Trabajo. Algunas dispensas ya han sido otorgadas y otras están en evaluación.
“Si Medicina del Trabajo considera que justifica y argumenta el pedido de dispensa, se procede al proceso de cobertura de suplencia. Si no califican para dispensas, tienen que retornar a la actividad”, indicaron voceros ministeriales.
En los colegios privados, las dispensas se gestionan ante los representantes legales.
Según la resolución 048/2021 de la Secretaría General de la Gobernación, la dispensa alcanza a docentes de escuelas públicas que sean contacto estrecho de Covid-19, a mayores de 60 años, embarazadas y grupos de riesgo por enfermedades preexistentes.
Dispensa por diabetes
Cintia Ambasch (25) solicitó la dispensa porque padece diabetes tipo 1. Es profesora de Matemática, egresada de la Facultad de Astronomía, Matemática, Física y Computación (Famaf) de la UNC y da clases de Física en el Ipem 8 Manuel Reyes Reyna, de barrio La France.
También es docente de la asignatura Matemáticas en el Instituto Secundario El Salvador, de Poeta Lugones, y en el Instituto Educacional José Hernández, de Marqués de Sobremonte.
“Debido a que tengo diabetes tipo 1 y pertenezco a los grupos de riesgo, no puedo asistir a mi lugar de trabajo. Tuve que solicitar una dispensa y así trabajar remotamente desde mi hogar”, cuenta Cintia.
Al igual que todos los docentes de escuelas estatales, inició el trámite a través del portal de Ciudadano Digital (Cidi). “Especifiqué mi pertenencia a los grupos de riesgo y coloqué ‘sujeto a la evolución de la situación epidemiológica’ ya que, en mi caso particular, una vez vacunada y ya con anticuerpos podría volver a la escuela”, explica Cintia.
Junto con la solicitud presentada, adjuntó el certificado médico que refería su patología e indicaba en qué condiciones podría regresar al trabajo presencial. “Unos 10 días después, recibí un mail con la confirmación y aprobación de la dispensa”, relata Cintia.
Como consecuencia, en el Ipem se asignó un suplente a las dos horas presenciales de Física de Cintia. Las dos restantes, se dictan de manera remota.
En los colegios privados, Cintia enseña Matemáticas, una de las materias con carga horaria ciento por ciento presencial, según lo definido por las autoridades de Educación. “Lo que hago con las dos suplentes que tomaron mis horas es preparar el material con el que los alumnos van a trabajar, llevar un seguimiento de lo que hizo cada burbuja, preparar evaluaciones, trabajos prácticos, me encargo de las aulas virtuales”, comenta.
Cintia explica que trabaja en conjunto con los docentes suplentes, sin perder de vista el único objetivo: “Aprovechar al máximo la presencialidad”.
Trabajo remoto
Inés (55) también solicitó la dispensa por diabetes. Tiene un cargo en un Ipem de la ciudad de Córdoba y horas cátedras en dos colegios privados.
“Fue un trámite sencillo para el que necesité un certificado de mi médico que acreditara mi enfermedad de base: diabetes. El certificado dice que debo vacunarme y hacerme un análisis para constatar que efectivamente tengo anticuerpos y recién ahí puedo volver a trabajar”, explica Inés, empadronada en el Apross como diabética.
“Mi médico hizo el certificado después que me anoté para vacunarme y le mandé la constancia de que estaba en lista de espera”, apunta. Igual que Cintia, recibió un aviso por correo electrónico del trámite, que también remitió a los representantes legales de los institutos privados.
”Es una dispensa de asistencia al lugar de trabajo, no una licencia. Doy clases virtuales a las burbujas que no van al colegio y envío trabajos para que los estudiantes realicen en sus hogares. Sigo haciendo mis tareas docentes habituales desde mi casa, cumpliendo la carga horaria que tendría en la presencialidad, tengo reuniones con docentes, padres y estudiantes desde la virtualidad. Planifico, corrijo y atiendo consultas por WhatsApp”, concluye Inés.
Cómo es el trámite para solicitar la dispensa
Qué docentes están alcanzados y qué tramite deben realizar.
Quiénes. La dispensa alcanza a docentes de escuelas que sean contacto estrecho de Covid-19, a personas de 60 años o más, embarazadas y grupos de riesgo por enfermedades preexistentes.
Trámite. El procedimiento se realiza a través del portal de Ciudadano Digital (Cidi). Se deben seguir estos pasos: Empleado digital. Solicitud de licencia. Licencia excepcional preventiva.
Plazos. Luego, es necesario indicar fechas de finalización de la dispensa. En el caso de contacto estrecho: según indicación médica. Embarazo: hasta la fecha estimada de inicio de la licencia por maternidad. Para el resto de los casos: 31 de diciembre de 2021.
Casos. Por contacto estrecho hay que adjuntar certificado emitido por el Ministerio de Salud (https://registro-ce-coecba.hub.arcais.com). Por embarazo o discapacidad: certificado médico y ecografía. O Certificado de Discapacidad. Por patología previa: certificado médico, historia clínica o estudios específicos. Mayores de 60 no deben adjuntar documentación.
LA VOZ