Córdoba avanzará progresivamente hacia una mayor presencialidad en los colegios
La Provincia de Córdoba avanzaría hacia un esquema de mayor presencialidad en las escuelas a partir de este miércoles, aunque dejaría libertad a cada institución para su aplicación progresiva, conforme a la cantidad de alumnado y al espacio físico del que dispongan.
De esta manera, se sumaría a lo ya consensuado a nivel nacional sobre la mayor apertura en las escuelas en todo el país. La información no fue confirmada de manera oficial, pero el Ministerio de Educación la daría a conocer en las próximas horas.
“No van a exigir a nadie y van a permitir a todos, y que cada uno se acomode a su realidad”, anticipó una fuente cercana a la cartera educativa provincial.
Es decir, que habría mayor presencia de alumnos y regreso a una única burbuja en aquellas escuelas que tengan las condiciones edilicias necesarias para cumplir con los protocolos, que se actualizarán a la nueva realidad.
Algunos directivos de escuelas estatales se mostraron preocupados por la organización de los espacios y los tiempos porque, hasta ahora, se desconoce si se sumarán más horas de clase, a las cinco presenciales actuales.
La ampliación de la jornada escolar fue autorizada, hace 20 días, en cursos o grados que por su capacidad edilicia o la cantidad de estudiantes pudieran garantizar la aplicación de los protocolos que rigen hasta hoy.
La medida, en general, se aplicó en los últimos grados o años de fin de cada nivel en algunos establecimientos.
Por su parte, los colegios privados de doble jornada volvieron a la normalidad prepandémica la semana pasada. Los parroquiales anticiparon que, si reúnen las condiciones, avanzarán en la implementación.
POSIBLES CAMBIOS
En su última reunión, el Consejo Federal de Educación (CFE) propuso la semana pasada una serie de cambios en los protocolos en virtud de la mejora de los indicadores epidemiológicos, el avance en el proceso de vacunación y el aumento de la temperatura, en el final del invierno.
La resolución del CFE plantea la necesidad de intensificar la presencialidad escolar sin renunciar al cuidado de la salud y pone énfasis en la flexibilización del distanciamiento físico, siempre y cuando se incrementen el resto de las medidas de cuidado (barbijos, limpieza, ventilación).
Sobre esta base, las provincias pueden implementar otras medidas, que están discutiendo en este momento en los despachos ministeriales.
La distancia entre alumnos podrá ser de 90 centímetros (hoy es 1,5 metros), con incremento de la ventilación en clases. También de manera excepcional (sectores de bajo riesgo epidemológico y con adecuada cobertura de vacunas), la distancia podría ser aún menor.
En los casos de distancias interpersonales pequeñas, se deberán agregar estrategias preventivas adicionales: testeos en la comunidad escolar (semanales y aleatorios al 10 por ciento de la población escolar), el uso de doble y triple barbijo, asegurar que la superficie mínima por estudiante en el aula sea de un metro cuadrado, realizar el rastreo de contactos en el caso de aparición de síntomas y la utilización de medidores de CO2, entre otras.
En los comedores, la distancia no podría ser menor a los dos metros.
QUÉ DICEN EN LAS ESCUELAS
En las escuelas estatales, con realidades muy diversas, las opiniones son variadas según el contexto.
Adrián Narváez, director del Ipem N° 2 República del Uruguay de barrio Ciudad Las Rosas, consideró que es “enorme la necesidad del retorno a la mayor normalidad posible” y que “está muy claro que no hay transmisión intraescolar”.
Explicó, además, que la reorganización escolar no sería complicada en el caso de la escuela que dirige ya que es un edificio nuevo y amplio. “No tendremos problemas si reducen a 50 centímetros el distanciamiento”, opinó.
Por otra parte, Narvaez manifestó que es difícil que los estudiantes informen casos positivos cercanos para la prevención. En muchas ocasiones, remarcó, no se dimensiona bien el problema sanitario.
La directora de una escuela estatal primaria de un barrio urbano marginal de Córdoba indicó que le preocupa la posibilidad de la presencialidad plena. “Nos parece poco serio y poco situado a la realidad que todavía estamos viviendo. Desde el regreso del receso escolar se me ha preguntado en tres o cuatro oportunidades sobre la posibilidad de la presencialidad plena en terceros y sextos grados, y mi respuesta es que no están dadas las condiciones edilicias y epidemiológicas para dar respuestas a eso”, subrayó.
En relación a lo propuesto por el CFE, la directora dijo: “No lo estamos entendiendo porque la realidad nos dice otra cosa, y en lo organizativo nos lleva muchísimo tiempo. Para organizar, lo desperdiciamos en lo pedagógico. Las familias también se marean con tantas marchas y contramarchas. Vuelve a haber cierta incertidumbre, y también hay un mensaje porque las elecciones están cerca”. Y agregó: “Mientras como directora pueda defender el espacio, la salubridad, el protocolo hasta que todo esto pase lo voy a hacer”.
LA VOZ