La Escuela de Lechería de Villa María y el Inta invertirán U$S 650.000 en un tambo robotizado
Para finales de 2022, la Escuela Superior Integral de Lechería (Esil) de Villa María espera tener en marcha su proyecto de relanzamiento en la relación con el sector, dado en una “vuelta a los orígenes”.
La institución formativa anunció una inversión de 650.000 dólares para poner en funcionamiento, junto con el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (Inta), un tambo estabulado, robotizado y sustentable de última generación.
Esto se hará a través de reacondicionamiento de las instalaciones de un campo del INTA en la localidad de Ramón J. Cárcano (departamento Unión), que es utilizado para prácticas institucionales, con fines académicos, productivos y de servicios.
“Vimos la necesidad de repensar y relanzar la escuela de lechería como oferta educativa y propuestas de servicio al sector”, dijo Alfredo Gadara, presidente de Funesil, la fundación que dirige la escuela.
“Llegamos a la conclusión que debíamos volver a los orígenes, a lo que motivó el nacimiento de la escuela, que fue dar respuestas a una necesidad sectorial de demanda de mano de obra”, agregó.
ORÍGENES DE VANGUARDIA PARA EL TAMBO
Recordó que en esos primeros pasos estuvo presente el Inta Villa María, entidad con al que se avanzó en un tambo en la localidad de Cárcano que sirvió para que el estudiantado hiciera sus prácticas.
En ese momento se montó una máquina ordeñadora que era toda una novedad 35 años atrás, cuando la mayoría de tambos se habían todavía a mano.
Basados en aquella experiencia, se pensó desde la Esil que este relanzamiento debía incluir también una revitalización de la relación con el Inta.
Fue así que la escuela armó un proyecto de tambo confinado, con ordeñe robotizado, que fue puesto, en modo de borrador, a consideración del Inta. Con mejoras, adecuaciones y adaptaciones a la vinculación institucional, se firmó días atrás un nuevo convenio para dejar planteado todo el proyecto.
“Tenemos que estar preparados como instituciones para capacitar a personal en todas las alternativas, tanto de punta tecnológica como las otras”, dijo Gadara.
DETALLES
El tambo tendrá capacidad para unas 70 vacas y constará principalmente de un ordeñe robotizado, pero también con una alternativa de ordeñe tradicional para hacer prácticas.
El equipamiento fue comprado a proveedores locales, correspondientes a empresas del rubro que tienen entre sus directivos a egresados de la escuela.
Por su parte, Juan Cruz Molina, director de Inta Córdoba, remarcó la tradición que lleva años de vinculación con la cuenca lechera de Villa María.
“Tenemos que revalidar votos, y la confianza es el primer valor que ponemos sobre la mesa, para que todas las instituciones privadas y públicas agreguemos valor”, destacó el funcionario en la presentación.
“Córdoba es un buen contexto para seguir generando espacios de buenas prácticas profesional”, dijo al dirigirse al ministro de Industria de la Provincia, Eduardo Accastello, también presente en el lanzamiento.
Opinó que este sistema de ordeñe voluntario para que la vaca, con buena practica y confort animal vaya a ordeñarse, cambia el paradigma de la actividad.
Además, destacó que se genere un nuevo espacio para los chicas y chicas que van seguir llevando adelante la producción agropecuaria.