El riesgo de La Niña: un posible atraso de las lluvias en febrero
La Bolsa de Cereales de Buenos Aires actualizó su informe de perspectivas agroclimáticas estacional y advirtió que el riesgo de la presencia del fenómeno La Niña es que suceda una sequía en febrero, un período clave para los cultivos en Argentina, sobre todo para los de siembra tardía que son los que vienen dominando en las últimas campañas.
Cabe recordar que, hasta el momento, el principal efecto nocivo que suele tener La Niña, y que es la falta de precipitaciones, no se ha notado: en el caso de Córdoba, por ejemplo, noviembre cerró con lluvias muy por encima del promedio histórico y diciembre mantiene un alto ritmo de descargas.
En el reporte actualizado, la entidad porteña insistió en que el enfriamiento del Océano Pacífico Ecuatorial sigue profundizándose y eso provoca el desarrollo de un episodio fuerte de “La Niña”, aunque con una intensidad menos extrema que la que se suponía inicialmente.
LLUVIAS O SEQUÍA
En este contexto, la señal de alerta que emite el documento es la siguiente: “Uno de los principales riesgos será el posible atraso de las lluvias de febrero, que someterá a los lotes de cultivo de la región pampeana a un prolongado lapso seco, que se iniciará en enero y podría extenderse hasta comienzos de marzo”.
Sobre este punto, el climatólogo Eduardo Sierra, autor del informe, apunta que uno de los efectos más perjudiciales que suele causar La Niña es alargar la sequía estacional que normalmente tiene lugar durante enero, extendiéndola a lo largo de gran parte de febrero.
“Usualmente, aún en los episodios húmedos de El Niño, los lotes de cultivo de la región pampeana llegan a fines de enero con cierto déficit acumulado, por lo que dependen en gran medida de una oportuna vuelta de las lluvias a comienzos de febrero. Dado que se atraviesa un episodio seco de La Niña, el retorno de las lluvias podría demorarse hasta mediados de marzo, causando mermas de rendimiento significativas”, alerta el estudio.
AGRO VOZ – LA VOZ