CLIMA: El déficit de lluvias continuará, pero la Niña podría debilitarse durante enero
a Guía Estratégica para el Agro (GEA) de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) encendió una luz de esperanza en relación a la falta de agua que ha comenzado a sentirse con fuerza en la zona núcleo argentina.
Si bien ratificó que el déficit hídrico continuará por al menos dos semanas más, estimó que “es posible” que durante enero la influencia de la Niña comience a debilitarse y el régimen de lluvias mejore a partir de febrero.
La GEA señaló que, tras conversar con el doctor en Ciencias Atmosféricas, José Luis Aiello, y con el consultor climático, Alfredo Elorriaga, “hay buenas y malas noticias” en relación al comportamiento de las variables que inciden en los rendimientos.
LAS LLUVIAS EN UN AÑO LA NIÑA
Según la GEA, un aliciente es que la primavera dejó lluvias mejores de lo que se esperaba y que son la clave para que tanto la soja como el maíz muestren buenas condiciones en la región núcleo.
La mala es que el verano comenzó con pocos aportes, no hay lluvias a la vista en los próximos días y enero comenzaría con dificultades para que se desarrollen.
“Las actuales previsiones para Argentina indican lluvias de cinco a 15 milímetros para la mayoría de las zonas productivas, cuando hay requerimientos urgentes para que los maíces no pierdan potencial de rinde”, advirtió la Bolsa rosarina.
Pero ese mal trago de corto plazo, se compensaría a mediano y largo: si se cumple la perspectiva de un debilitamiento de La Niña desde la segunda quincena de enero, las lluvias de febrero podrían ser más generosas de lo que se venía previendo.
CONSIDERACIONES DEL CLIMA
Aiello resumió que “los pronósticos de corto y mediano plazo indican que los aportes pluviales de la última semana de diciembre no van a estar a la altura de la demanda y probablemente haya que esperar el inicio de enero para obtener alguna respuesta positiva”.
De todos modos, Elorriaga aclaró que “arrancar el verano con una menor actividad de las precipitaciones tampoco significa que todo el período se mantendrá totalmente deficitario”.
Un ejemplo, desde su punto de vista, es la primavera que “fue más generosa que lo previsto, considerando la presencia de dos fenómenos Niña consecutivos”.
“Basados en el comportamiento de las lluvias en los últimos tres meses y en la dinámica de los fenómenos de escala planetaria, es posible que con el correr de enero 2022 la influencia del forzante del Pacifico comience a debilitarse. Esto permitiría un régimen de lluvias, quizás no demasiado generoso, pero adecuado para los requerimientos de los cultivos en su etapa de definición”, enfatizó.
LA VOZ