Covid: tos, cansancio y fatiga crónica, los síntomas persistentes más comunes que dejó la tercera ola
La tercera ola de coronavirus, provocada por la variante Ómicron, dejó menos muertes e internaciones que las dos anteriores, pero un tendal de casos positivos. Con buena parte de la población que resultó infectada, el sistema de salud está recibiendo ahora un aumento en la demanda de personas que manifiestan algún tipo de síntoma persistente, después de que el contagio pasó.
¿Cuáles son los más comunes y qué diferencias existen con las dos olas anteriores? Profesionales de la salud aclaran que todavía faltan estudios y sistematización de datos, pero perciben un incremento en las consultas por síntomas persistentes en las personas que se infectaron en la última gran ola que comenzó a subir en diciembre, hizo pico en enero y fue a la baja en febrero.
Los expertos estiman que esta suba de consultas por casos de long Covid (por largo), se debe al aumento proporcional de casos (cuanto mayor es la incidencia o población afectada, más serán las consultas por Covid prolongado). No creen que se haya tratado de un brote más grave, pero sí más expandido.
“Estoy recibiendo en consultorio muchos pacientes con cansancio extremo, que los condiciona para retomar las actividades que venían haciendo. También muchos casos de tos persistente. No puedo decir que esta ola haya sido más grave que las otras en eso. Creo que estamos viendo más, porque la incidencia fue mayor. Pero necesitamos estudios, porque estamos escribiendo la historia sobre la marcha”, expresó Graciela Sadino, presidenta de la Sociedad de Infectología de Córdoba.
En la misma línea, Miguel Díaz, director del hospital Rawson y presidente de la Comisión Clínica del Ministerio de Salud provincial, acotó: “Todavía no sabemos si alguna variante en particular tiene secuelas diferentes, en comparación con las demás. Esta última, que dejó tantos casos, probablemente no sea tan grave, pero con un número tan alto de personas afectadas seguro veremos muchos pacientes con Covid prolongado”.
QUÉ SE ENTIENDE POR COVID PROLONGADO
La bibliografía internacional utiliza varios términos para hablar de síntomas o anomalías que persisten más allá de las cuatro semanas de terminada la fase aguda de la enfermedad: long Covid, Covid-19 persistente o síndrome del post-Covid.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) sostiene que más que un síndrome, estamos en presencia de una condición o afección. Abarca a las personas que tengan síntomas que persistan al menos dos meses y que no puedan explicarse (estos síntomas) por un diagnóstico alternativo. Incorpora el antecedente de haber tenido una infección probable o no necesariamente confirmada.
Los síntomas persistentes no son lo mismo que las secuelas. Por lo general, estas últimas no desaparecen en el tiempo.
“La pandemia no terminó. Muchas personas piensan que no hay riesgo al contagiarse o que eventualmente nos infectaremos todos. Pero no es buena idea enfermarse porque hay un porcentaje que permanece con síntomas que todavía se están estudiando”, aclaró a La Voz el infectólogo Hugo Roland.
LOS SÍNTOMAS MÁS COMUNES DE LA TERCERA OLA
La tos persistente es la manifestación más frecuente que asisten en consultorio hoy los profesionales de la salud en Córdoba.
Le siguen la fatiga crónica y la niebla mental. Estos últimos casos suelen evaluarse por terapistas ocupacionales y neurólogos. “Es como si te sintieras embotado, como lento. Como si quisieras leer y no te podés concentrar. O sentís que lo que antes te llevaba 15 minutos ahora te demanda dos horas. Hay una dificultad para retomar las actividades que antes realizábamos, como el trabajo”, explicó Sadino.
Por su parte, Díaz enumeró otras manifestaciones que recibe en consultorio y algunas descritas en bibliografía internacional: tos persistente, caída de pelo, trastornos en los ciclos menstruales y disfunción eréctil.
La pérdida del cabello se da en forma difusa, con caídas de mechones que son similares a las que se producen en personas que tienen alteraciones hormonales. Es una afectación inmunológica de los bulbos pilosos que se diferencia de la alopecia, que son pérdidas localizadas del pelo, aclaró el infectólogo.
POR QUÉ SE PRODUCE
El Covid-19 puede provocar lesiones en el organismo durante la etapa aguda de la enfermedad, cuando el paciente se contagia y cursa la infección. Un ejemplo de esto son las lesiones en los pulmones, como la neumonía bilateral. Otras, en cambio, están relacionadas con fenómenos inmunológicos o con el sistema de defensas, dejando secuelas que pueden persistir en el tiempo.
“Todos los virus provocan, en mayor o menor medida, alguna respuesta inmunológica que puede persistir en el tiempo”, indicó el infectólogo, citando el ejemplo del Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH).
En la misma línea, Sadino agregó que otras enfermedades, como la mononucleosis, también tienen procesos largos de recuperación o convalecencia.
Las particularidades del Covid-19 todavía permanecen en estudio: qué síntomas pueden persistir (y durante cuánto tiempo) o qué secuelas dejará a largo plazo.
Un capítulo aparte se abre con los pacientes que estuvieron internados en terapia y con respirador. Independientemente de la enfermedad que haya desencadenado la internación, pueden quedar con alteraciones en los miembros superiores e inferiores, no por Covid-19, sino por lo que se conoce como “polineuropatía del paciente crítico”, una condición que pueden desarrollar quienes pasaron tiempo prolongado conectados a un respirador.
Otros síntomas pueden manifestarse con el tiempo, como la fibrosis pulmonar. En cambio otras desaparecen, más cuando el paciente es controlado y abordado por un equipo interdisciplinario.
LA IMPORTANCIA DEL CONTROL
La mayoría de los centros que tienen circuitos de control post-Covid experimentan por estos tiempos una altísima demanda y demoras. Los pacientes son sometidos a diversos estudios, como tomografía de tórax, espirometría o electrocardiogramas. No hay un listado uniforme sino personalizado para cada caso.
Quienes primero deben consultar son aquellos que se infectaron (con confirmación o sospecha diagnóstica) y tienen comorbilidades o inmunosupresión. Después, quienes tienen varios síntomas que persisten entre las dos o tres semanas de desarrollada la infección y los deportistas de alto rendimiento. El resto, al menos un chequeo con el médico de cabecera.
Los especialistas indican que muchos casos de Covid prolongado pueden pasar desapercibidos porque los pacientes no son alentados a consultar. Pero aclaran que muchos síntomas desaparecen con el tiempo y otras tantas conductas se pueden reeducar, llevando tranquilidad a la población.
¿ALTERACIONES DEL CICLO MENSTRUAL?
Profesionales de la salud perciben por estos días un incremento en la consulta de mujeres que tuvieron Covid-19 y que marcan algunas alteraciones en sus ciclos menstruales. Aclaran que faltan estudios para corroborar una relación directa.
Los servicios de Ginecología, tanto de centros públicos como privados, experimentan por estos días un aumento en ese tipo de consultas.
Los cambios que refieren las pacientes son de lo más diversos: aumento o disminución tanto de días como de sangrado (ciclos que se prolongan o disminuyen), atrasos, cambios en las fechas, hemorragias abundantes o pequeños sangrados en diversos momentos del período.
Matilde Quaranta, presidente de la Sociedad de Ginecología y Obstetricia de Córdoba, aclaró que estas consultas son frecuentes, pero aumentaron durante la pandemia, sobre todo por la tercera ola. “Nos llama la atención que un gran número de pacientes manifiestan hoy estas alteraciones, después de haber contraído la enfermedad con la variante Ómicron”, agregó.
Fue después de la tercera ola que la demanda se acrecentó. La especialista señaló que esta percepción es compartida por la mayoría de los profesionales en los consultorios, pero aclaró que todavía faltan estudios locales y referencias internacionales.
El cuerpo y la mente de la mujer se conforman en una unidad. “Todo lo que pasa por su cabeza influye en el ciclo menstrual. Las alteraciones en estos procesos son consultas frecuentes, aunque este último mes se acrecentaron”, indicó Quaranta.
Las consultas se dan mayoritariamente en personas en edad reproductiva. Y son comunes en jóvenes y adolescentes que toman anticonceptivos.
“Algunas pacientes comentan que suelen ser relojitos. Que se infectaron en enero y en febrero tuvieron, por ejemplo, sangrados durante 10 días. Todas son percepciones compartidas en consultorio. No tenemos todavía estudios concretos”, informó.
Un estudio realizado con pacientes de Estados Unidos y España indagó los efectos de la vacunación con algunas fórmulas en los ciclos menstruales de las pacientes. En algunas, detectó que el período se prolongó durante un día. Hasta ahora, no hay investigaciones locales relacionadas con la infección.
LA VOZ