Chagas: Prueban en el país un método de vanguardia para detectar una enfermedad subdiagnosticada
En algunas zonas del país, la enfermedad de Chagas sigue siendo endémica. Y existe un subdiagnóstico de esta patología que, en el 30% de los casos, desarrolla complicaciones severas a largo plazo. El tratamiento es gratuito y efectivo cuando se realiza en estadíos iniciales. Sin embargo, mucha gente vive sin saber que lo tiene.
Además de contagiarse a través de un vector, la vinchuca, se puede transmitir de la madre a su bebé. Poniendo el foco en esta última situación y para facilitar la detección, en Santiago del Estero, una de las provincias afectadas, están probando una técnica de diagnóstico molecular en recién nacidos. Los responsables del proyecto lo cuentan a Clarín en el Día de una Argentina sin Chagas.
El camino para tratar a tiempo la enfermedad es diagnosticarla. “Hasta ahora, en los recién nacidos se venía tomando una muestra de sangre del cordón umbilical para su observación en un microscopio en busca de parásitos. Esa técnica requiere la presencia de operarios muy bien entrenados y la realización en el momento del nacimiento”, explica Marcelo Abril, biólogo y director ejecutivo de la Fundación Mundo Sano, que trabaja para transformar la realidad de las personas con enfermedades desatendidas.
Esto puede complicar la detección, según Abril. “Un bebé que nace un sábado puede que se quede sin la posibilidad de ser diagnosticado y tratado si el especialista trabaja de lunes a viernes, por ejemplo. Por otro lado, no en todos los hospitales cuentan con operarios para analizar la presencia de parásitos en las muestras”, agrega.
Por esta razón es que la provincia de Santiago del Estero junto a Mundo Sano están validando una técnica que se llama LAMP (Loop Mediated Isothermal Amplification, por su sigla en inglés). “Es una metodología de diagnóstico molecular de vanguardia para la que se requiere una muestra de sangre que, a diferencia de lo que ocurre con la otra técnica y el material del cordón, se puede conservar”, detalla Abril.
Y sigue: “Es un estudio de biología molecular como el PCR pero para el que se necesita menos inversión y aparatología”.
La idea es validar la eficacia de estas pruebas y aprovechar para tratar a todos los niños que reciban un diagnóstico positivo teniendo en cuenta que “hasta los 10 meses de vida, la terapia tiene una tasa de curación del 100%”.
En Santiago del Estero estiman que nacen 17.000 niños por año. Cerca del 70% (12.000 partos) lo hace en el sector público. Las madres de 9.000 de ellos tienen sus partos en la Maternidad del Hospital Regional y la Maternidad del Centro Integral de Salud Banda, las más grandes de la provincia. En ambos espacios se están efectuando estos testeos.
En simultáneo, se está encarando la misma investigación en zonas de Paraguay y Bolivia, donde el Chagas también está presente. “Calculamos que vamos a necesitar un año más de trabajo en territorio y después tendremos que analizar los resultados. La idea es tenerlos para fines de 2023 y, si son buenos, recomendar a las autoridades sanitarias la incorporación de la técnica”, precisa Abril.
Sandra Seu, directora de enfermedades transmisibles por vectores del Ministerio de Salud de Santiago del Estero y coordinadora del proyecto LAMP, asegura que esta iniciativa representa una oportunidad para la población alcanzada.
“La prevalencia de los pacientes crónicos con Chagas en Santiago del Estero es de entre el 4% y el 4,5%. Si en ambas maternidades se atienden 9.000 partos por año, significa que podemos tener controlados alrededor de 400 partos de madres con serologías positivas para Chagas, y sus niños pueden acceder al diagnóstico y al tratamiento oportuno”, afirma.
Test rápido y las metas de la OPS
Si bien la intervención en estas maternidades apunta principalmente a validar la prueba LAMP, también se están sumando tests rápidos para embarazadas. “Hasta ahora, en adultos se hacían pruebas de sangre. Los test rápidos son una herramienta extra que consideramos útil porque puede realizarla un agente sanitario en una salita. Esto hace que no sea necesario acercarse a un hospital”, señala Seu.
Comenta que solo hay que extraer una gotita de sangre, que el test es de lectura sencilla y el resultado está en 15 minutos. «Estamos aprovechando para probarlo en el marco de este proyecto”, confirma Seu.
En este sentido sostiene que va en línea con la estrategia ETMI Plus (Enfermedades de Transmisión Materno Infantil) de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) para el control de HIV, sífilis, hepatitis B y, desde el 2017, también Chagas. “Para las otras tres ya existen test rápidos validados. Estamos intentando incorporar el del Chagas para llegar a zonas más alejadas y a poblaciones vulnerables”, suma.
¿Qué ocurre con el vector?
Seu aclara que, en paralelo, se trabaja en la lucha antivectorial: “Por las altas temperaturas, el tipo de vegetación y el estilo de vivienda en algunas zonas vulnerables (ranchos realizados en adobe), resulta difícil controlar al vector, el Triatoma infestans o vinchuca. En Santiago del Estero realizan trabajos de fumigación y vigilancia y, según Seu, gracias a esto en los últimos 20 años pasaron de tener 30 santiagueños con Chagas cada 100, a 4 cada 100.
Sin embargo, queda mucho por hacer. Y no es la única provincia con Chagas endémico. “La situación es similar en San Juan, Chaco, Catamarca, Salta, Formosa y Corrientes”, aporta.
Consecuencias del Chagas y cómo evitarlas
“En el 30% de los casos, el Chagas desarrolla complicaciones severas, cardíacas o digestivas, a largo plazo (hasta 40 años después de infectarse)”, advierte Abril.
El tratamiento es gratuito, se extiende por entre 30 y 60 días y hay dos medicaciones disponibles en el país que se administran por vía oral. También existen formulaciones pediátricas.
AS – CLARIN