¿Falsificador de insecticidas?: lo acusan de comercializarlos como si fueran los originales de una multinacional
LITROS SOSPECHOSOS
Severini quedó bajo la lupa judicial, ya que antes del 29 de septiembre de 2020, desde la empresa Zeus SRL con la que operaba, habría comercializado 10.600 litros de carbendazim y 17 mil litros de dimetoato adulterados a Agronomía Borelli SRL, con la intención de hacerlos pasar como si fueran los originales de Rainbow Argentina. La intención habría sido obtener un beneficio económico.
Paralelamente, Agronomía Borelli vendió, a su vez, los productos a Ricardo Rubén Natalini, y el destinatario final fue la empresa Kleppe SA.
Al declarar, Natalini dijo que como intermediario fue “estafado”, porque no le vendieron un producto, sino “agua”.
“Mandaron a analizar el producto al Ciati (el Centro de Investigación y Asistencia Técnica a la Industria). Y una de las empresas a las que les vendieron el producto también lo analizó en su laboratorio, y ahí empezó el reclamo”, dijo.
Borelli, asimismo, presentó varios reclamos a Severini. “Él venía directamente con la mercadería en forma personal a Bahía Blanca, la dejaba, emitía la factura y se llevaba los valores. Severini facturó todo esto a través de una empresa que es Zeus Salto SRL, y no Severini como persona física”, dijo la firma Borelli.
“A la mercadería la entrega él personalmente. Hace dos viajes con un camión (…) y después manda directamente de Córdoba a Río Negro”, agregó la compañía.
Al respecto, el informe de Ciati dictaminó que los productos falsos no contaban con los componentes agroquímicos que intentaban imitar y, por tanto, habían sido fraudulentamente adulterados. Incluso, los botellones llevaban insertos membretes idénticos a los originales, para presuntamente engañar a los consumidores.
MARCAS Y ANTECEDENTE
Por su parte, la Dirección Nacional de Marcas precisó que el único titular vigente y autorizado a explotar los productos originales de Rainbow Argentina es Shandong Waifang Rainbow Chemical CO, licencia concedida desde marzo de 2017 y hasta marzo de 2027. También está inscripto el logotipo de la multinacional.
La investigación permitió establecer, también, que la línea telefónica que habría utilizado Severini pertenecería a una mujer con el mismo domicilio que el imputado, en Río Cuarto.
No es la primera vez que Severini queda envuelto en una casa penal, ya que en 2020 había sido procesado en otra causa por hechos similares, en una supuesta infracción a la Ley de Marcas de productos de Rainbow.
La defensa apeló el procesamiento de julio pasado, al considerar que no había una base probatoria objetiva y razonable, además de un estado de duda insuperable respecto a la participación del imputado, el origen de los supuestos productos y la cantidad de personas que los manipularon.
Los camaristas Abel Sánchez Torres y Liliana Navarro finalmente confirmaron el procesamiento.
AGRO VOZ – LA VOZ
