Las estafas virtuales han venido a ser un flagelo que no conoce de clases sociales, nivel de estudios ni edades. Todos podemos ser víctimas de este nuevo sistema delictual organizado que seguirá creciendo cada vez más.
El ingenio de estos delincuentes (que muchos se encuentran alojados en distintos penales del país) es que van mutando constantemente, lo que implica que para cuando uno puede identificar una modalidad sistemática, la misma ya varió. Al principio fueron estafas haciéndose pasar por empleados bancarios y de Anses pidiendo datos de tus cuentas y vaciando las mismas.
También y luego los llamaba un “supuesto abogado” de la familia de una joven menor de edad para decir que si no abonan un dinero, harían denuncias por grooming o abuso, y hoy están de moda los robos de cuentas de Instagram y whatsapp y venta de dólares a un precio más bajo que el mercado, lo que lleva a que miles de personas diariamente sean estafados. Como estas modalidades existen muchísimas variables más.