Policiales

Ocho años de prisión para Lucato que se arrepintió de dispararle a Bernarte

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Sin la presencia de Damián Bernarte en la sala y con Carlos Lucato (52) a través de videoconferencia desde la cárcel de Bouwer donde se encuentra detenido, se realizó hoy el juicio abreviado inicial en el que el acusado fue condenado a 8 años de prisión efectiva al ser encontrado autor materialmente responsable de ataque al intendente de San Francisco.

La defensa renunció a los plazos de apelación, de esta manera la sentencia quedó firme y el odontólogo cumplirá su condena el 6 de noviembre de 2030. Lucato dijo estar arrepentido y declaró que su intención no era matar a Bernarte.

Este martes, el juez de Control Fabricio Girardi aprobó lo que ya habían decidido la defensa del imputado y el Ministerio Público Fiscal (MPF) y fuera ratificado también por la querella (que representa a la víctima) y el fiscal Bernardo Alberione que llevó adelante la investigación del caso.

En primera instancia, se leyó la acusación y el fiscal Alberione aclaró que el juicio abreviado se trata de «un trámite procesal habitual previsto por nuestra ley penal»

Luego, Lucato reconoció el hecho que se le imputa «tal cual» había sido leído. Posteriormente, se leyó la prueba que, entre otras cosas, contenía una larga lista de nombres de testigos que aportaron a la causa, la descripción de elementos secuestrados durante la instrucción de la misma, informes de Policía Científica y balística e informes médicos.

 

Se desarrolló en los tribunales de San Francisco el juicio abreviado por el ataque a Benarte. (Fotos: Marcelo Suppo | LVSJ)

 

 

«Lucato tenía claras intenciones de matarlo», dijo Alberione

En un breve alegato, Alberione expresó que «la prueba es numerosa y contundente», que se basó no solo en el reconocimiento de su agresor por parte de la víctima. También mencionó que entre Bernarte y Lucato hubo «una discusión y enfrentamiento persona a persona» en el momento del hecho.

Además, explicó que si bien no se halló el arma, en el lugar del ataque se encontró la vaina de una pistola del mismo calibre (22) del que produce la herida y que Lucato utilizó un arma con silenciador, de allí que los testigos presenciales del hecho declararan que no escucharon ninguna detonación esa madrugada del 6 de noviembre de 2022 en inmediaciones del Superdomo.

Por otra parte, el fiscal de Delitos Complejos resaltó el «destacable accionar policial de la Brigada de Investigaciones de la Departamental San Justo de la Policía de Córdoba» y la rapidez con la que se esclareció el caso.

«Las secuencias de hechos demuestran que Lucato esperó a Bernarte durante dos horas y media cerca de su camioneta, evidentemente sabía dónde estaba», dijo el fiscal que llevó al profesional a juicio imputado por «homicidio agravado por el uso de arma de fuego en grado de tentativa»

La investigación sostuvo que «siendo aproximadamente las 2.24, Lucato se encontraba apostado y escondido detrás de un automóvil, sobre calle Vélez Sarsfield, entre Iturraspe y 25 de Mayo, cuando observó la presencia de Bernarte quien caminaba por 25 de Mayo hacia Vélez Sarsfield en dirección a su camioneta que estaba estacionada sobre la vereda este de esa calle al salir de la fiesta por el Día del Bancario que se desarrollaba en el Superdomo.

«Lucato sacó rápidamente de su manga un arma de fuego tipo pistola con silenciador y tras un intercambio de palabras por motivos de índole personal y con clara intención de acabar con la vida de Bernarte, se acercó hasta él hasta tenerlo de frente y le apuntó con el arma en la zona del pecho».

«En esas circunstancias, mientras Bernarte le movió hacia abajo el brazo que portaba el arma, Lucato efectuó el disparo que impactó en el abdomen de Bernarte». El intendente «huyó inmediatamente del lugar y logró ser asistido por personal médico».

Todo esto da cuenta, según Alberione, que «Lucato ha estado siguiendo todos los movimientos de Bernarte» confirmando que hubo premeditación.

Asimismo, el fiscal indicó que el odontólogo «fue detenido a las 8.30 del domingo en su casa de bulevar Sáenz Peña luego de haber asistido a un local bailable, curiosamente, a cien metros del lugar donde había ocurrido el hecho. De la disco salió alrededor de las 6 acompañado por otra persona».

Aunque el arma nunca fue hallada, Alberione confirmó que pudieron identificar restos de pólvora en la campara de Lucato y que el disparo se produjo a menos de 30 centímetros de distancia entre él y la víctima.

«Las intenciones de darle muerte son claras, por el arma utilizada, la modalidad, la espera, el lugar del cuerpo hacia dónde apuntó (…) No existió en la investigación ningún elemento que nos llevara a tener otra hipótesis. Fue una cuestión personal y privada», manifestó sobre el móvil del ataque.

 

 La querella pidió imponer una orden de alejamiento

Por su parte, la querella adhirió a «todo lo manifestado» por la fiscalía. «Se trata de un hecho gravísimo que no tuvo las consecuencias pretendidas por el acusado, no por decisión de él, sino por una acción impulsiva y defensiva de Bernate que le pegó en la pistola e hizo que la bala ingresara por otra parte de su cuerpo (y no por el pecho), sino posiblemente hoy estaríamos representando a los herederos de Bernarte y no a él personalmente», alegó su abogado, Julio Loza.

«Es un hecho gravísimo -insistió Loza- que podría incluso encuadrarse en una tipificación legal distinta y más grave, que ha tenido un consecuencia de daño irreversible en el cuerpo de Bernarte (porque se le extirpó un riñón), con secuelas permanentes».

«Tengo instrucciones expresas de mi representado de acordar y no oponerme a la pena y de renunciar a la acción y el derecho de reclamar cualquier daño pasado, presente o futuro ocasionado por este hecho, porque es su voluntad dar por superado este episodio que casi le cuesta la vida».

Además, el abogado de Bernarte solicitó que se le imponga al acusado un restricción de contacto y acercamiento al intendente por el tiempo que dure la condena, algo a lo que la defensa y el juez accedieron y se suma a otra medida adicional establecida en la pena que es la de exigirle a Lucato un tratamiento psicológico.

No obstante, los abogados del acusado, Gabriel Cornaglia y Ezequiel Gramoy, informaron que él «ya se encuentra en tratamiento psicológico» y adelantaron que solicitarán al Juzgado de Ejecución Penal que continúe privado de su libertad en Bouwer y no sea trasladado a otro penal.

 

Lucato: última palabra y arrepentimiento

Haciendo uso de la última palabra, Lucato admitió estar «arrepentido» y dijo que «no fue su intención tratar de matar» al intendente.

Un delito de esta naturaleza, en un juicio común, podría haber concluido en una condena de 7 años de prisión como mínimo y de 16 como máximo al ser hallado culpable el imputado.

 

La Voz de San Justo

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