Narcotráfico: Córdoba refuerza la “frontera” con Santa Fe y reclama más gendarmes
Mientras la Nación sigue enviando varios centenares de efectivos de fuerzas federales a la ciudad de Rosario, como ya lo hizo en 2023, para reforzar la presencia estatal tras los graves episodios de criminalidad de los últimos días, en la provincia de Córdoba sus principales autoridades levantan la mano.
Tanto el ministro de Seguridad, Juan Pablo Quinteros, como el fiscal General, Juan Manuel Delgado, no dejan de pedir que la Nación también envíe gendarmes a Córdoba para reforzar los puntos fronterizos con Santa Fe. El pedido con sabor a reclamo encuentra basamento en la solicitud varias veces repetida por el gobernador Martín Llaryora de que las Fuerzas Armadas y federales colaboren en la lucha contra el narco.
Llaryora ya celebró la decisión presidencial de que el Ejército, dependiente del Ministerio de Defensa, salga a ayudar en lo logístico.
Ahora, se pide al Ministerio de Seguridad nacional, que conduce Patricia Bullrich, para que se den instrucciones para que Gendarmería colabore más en Córdoba.
La preocupación de funcionarios políticos, policiales y judiciales cordobeses es que la violencia narco que volvió a escalar en Rosario se escurra hacia Córdoba.
A todo esto, unos llamados telefónicos con supuestas amenazas contra policías de San Francisco, en las últimas horas, incrementaron la inocultable preocupación en varios despachos oficiales de Córdoba.
Los mensajes intimidantes llevan el sello de “Los Monos”, aquella banda narco santafesina que hizo estragos en los últimos años y cuyos jefes están presos, pero bien activos pese a los intentos del gobernador Maximiliano Pullaro.
“No sabemos si son ellos o no. No sabemos si son esos terroristas o unos bromistas, pero hay que tomar las cosas bien en serio…”, apuntó una alta autoridad oficial cordobesa, bien a tono con el término “terrorista” que comenzó a utilizar Bullrich.
Como la amenaza lleva la firma de “Los Monos”, la causa quedaría en manos de la Justicia federal.
Desde Córdoba, a todo esto, se dispusieron dos cosas: insistir con el reclamo por más gendarmes y, a la vez, reforzar la presencia de la Policía provincial y de la Fuerza Policial Antinarcotráfico (FPA) en rutas y caminos de ciudades como San Francisco, Bell Ville y Marcos Juárez, entre otras poblaciones.
Dicho de otro modo, se busca “meter más presencia” de uniformes y de vehículos en puntos clave de la frontera Córdoba con Santa Fe.
Saben las autoridades, de todos modos, que una cosa es “meter presencia” y otra cosa es que esos controles sirvan y den efecto.
Hasta ahora, la última vez que se secuestró una carga de droga importante proveniente desde Santa Fe a Córdoba fue gracias a la Policía Caminera y no a una investigación compleja. Sucedió el año pasado.
Los narcos habían cometido una infracción de tránsito en plena ruta y unos policías de la Caminera se le fueron encima. Así les encontraron 500 kilos de marihuana.
En Córdoba, la relación entre Policía provincial y Gendarmería es relativamente buena.
De hecho, tras algunos chisporroteos de tiempos pasados, en los últimos años se acercaron posiciones.
Tanto así que se supo armar un grupo de WhatsApp entre los jefes.
Tanto así que hubo y hay controles conjuntos cada tanto.
Lo que se busca ahora es distinto: es más presencia, más colaboración, sobre todo en rutas y en caminos.
Hay un tema no menor en toda esta realidad: la Policía provincial tiene, a su vez, serios problemas de inseguridad delictiva y de violencia urbana en varias ciudades.
Los recursos humanos y móviles no son suficientes.
Lo mismo sucede con la FPA.
Por algo, Llaryora y Quinteros trazaron una ley de seguridad (luego aprobada por la Legislatura) para que los municipios se sumen a la prevención. Provincia da vehículos y armas no letales y los municipios ponen personal a patrullar.
QUE SALGAN LOS GENDARMES
Hay un punto a tener en cuenta.
En Córdoba funcionan desde hace años varias bases de Gendarmería. No sólo que está la sede central de la Región III, sino que además está el destacamento móvil de Colonia Caroya, y otras bases en Sinsacate, Santa Catalina, Villa María y la propia San Francisco.
“Gendarmes hay de sobra en Córdoba. Tienen gente, recursos, infraestructura, móviles, pertrechos… Queremos que la Nación baje la orden y los de ‘verde’ salgan de las bases y nos den una mano. Siempre los mandan a otros lados del país”, reclamó, por lo bajo, una alta autoridad de Córdoba que pidió reserva.
“Los gendarmes ayudan, pero esa ayuda es poca si se tiene en cuenta la cantidad que hay. Queremos presencia acá, como suele pasar con el Conurbano y también ahora con Rosario”, expresó otro funcionario.
Hay otras fuerzas federales que colaboran en Córdoba con operativos de manera esporádica, pero tampoco alcanzan: se trata de la Policía Federal Argentina y la Policía de Seguridad Aeroportuaria.
“Suelen dar una mano, pero es poco. Los que tienen peso acá y recursos son los de Gendarmería”, remarcó un funcionario político.
Desde Gendarmería, en Córdoba, tomaron nota de los pedidos.
De manera extraoficial, se dice lo que tantas veces ya se dijo: la fuerza está, colabora, hace operativos en la provincia y, si se quiere más recursos, hay que pedir a la Nación.
“Nosotros estamos y siempre colaboramos. Metemos gente, controles no sólo para el lado de Santa Fe, sino para otros puntos de la provincia. Vivimos encontrando droga que viene desde el norte por la ruta 9 y otras rutas. Hacemos investigaciones y atrapamos a narcos. De hecho, les hemos dado varias manos a la FPA”, comentó un gendarme.
“Pero no podemos disponer de efectivos ni recursos si no bajan la orden de Buenos Aires”, añadió.
Hace una semana, en el marco de una reunión del Consejo Federal de Seguridad Interior, el ministro Quinteros solicitó gendarmes para las rutas de acceso a Córdoba. Fue justo antes de la escalada de violencia desatada en Rosario. Quinteros se lo planteó al secretario de Seguridad de la Nación, Vicente Ventura Barreiro.
La respuesta aún no llegó.
Desde Fiscalía General de Córdoba, su titular, Juan Manuel Delgado, también se muestra partidario en pedir más uniformes verdes.
Sostiene Delgado que, a la par de hacer controles ruteros, Gendarmería puede “moverse” sin inconvenientes entre las dos provincias sin problemas entre jurisdicciones.
Por lo pronto, ya mandó a reforzar la presencia de la FPA en el combate al narcomenudeo en Morteros, San Francisco, Bell Ville y Marcos Juárez, entre otras zonas complejas.
LA VOZ