Dengue. La curva comienza a moderarse, pero Córdoba ya superó los 100 mil casos
El Ministerio de Salud provincial informó este viernes 10.700 nuevos casos de dengue en Córdoba. Autoridades sanitarias detallaron que la circulación del virus comenzó a descender y recomendó sostener las medidas de prevención.
La cifra de reportes totales ascendió a 108.097, según datos de la Dirección de Epidemiología. En tanto, el total de fallecidos subió a 47.
No se detectaron nuevas infecciones por chikunguña. En total se computaron 39 diagnósticos positivos para este virus que también es transmitido por el Aedes aegypti. De ellos, 33 fueron autóctonos.
Las edades con mayor incidencia
El reporte de Salud detalló que la mayoría de los casos se dio en la población de entre 20 a 24 años. La media se ubicó en los 29 años.
En cuanto al nivel de complejidad, el 4,5% necesitó internación y el resto regresó en el día a su casa.
La cifra incluye los casos confirmados por análisis de laboratorio específico que detecta el virus (llamado “etiológico”). Y también aquellos que se consideran positivos “por nexo epidemiológico”: en este grupo se ubican las personas que tienen síntomas, no tienen factores de riesgo y se ubican en zonas de alta circulación.
El análisis de laboratorio específico se realiza en embarazadas, niños nacidos de mamás positivas, internados, pacientes con complicaciones, fallecidos y casos importados. En estos últimos se detecta el virus para conocer, sobre todo, el serotipo que provocó la infección.
En Argentina, la mayoría de las infecciones de dengue se dan con el serotipo DEN 2, seguidos del 1. Se trata de las distintas versiones que presenta un mismo virus. El problema puede aparecer cuando se detectan casos importados de un tiPo diferente (como el 3 y el 4), ya que aumenta las chances de generar enfermedades graves en los pacientes.
Antes de tiempo
Este año, los casos de dengue se reportaron antes de tiempo, al igual que el pico de la infección. En algunas provincias del noreste argentino, el virus circuló en todos los meses –tanto invierno como en verano– y la cantidad de diagnósticos positivos superó ampliamente el total reportado en 2023.
En Córdoba, los dos primeros casos importados se registraron a partir del 8 de diciembre. El pico se registró hacia fines de marzo y principios de abril (semanas epidemiológicas 13 y 14).
Si bien más del 50% de los casos correspondió a la Capital provincial, la incidencia más alta se registró en localidades del interior.
Según datos del Ministerio de Salud provincial (que corresponden a la semana epidemiológica 11, es decir, a la segunda semana de marzo), la mayor incidencia se registró en Brinkmann y El Tío. En estas dos localidades se registraron más de cinco mil casos por cada 100 mil habitantes.
Devoto y Luque registraron una tasa superior a los 3 mil casos por 100 mil habitantes, seguidos por Las Varillas, Arroyito y Villa del Rosario.
En la ciudad de Córdoba, la incidencia no llegó a los 500 casos por 100 mil habitantes.
Prevención todo el año
Nora Glatstein, presidenta de la Sociedad de Epidemiología de Córdoba, sostuvo que las medidas preventivas deben darse durante todo el año. Y remarcó que hay que eliminar todos los mosquitos, no solamente los que provocan dengue.
La especialista explicó que, el año pasado, la curva empezó a subir hacia finales de febrero, comienzo de marzo. “Creímos que iba a ser la epidemia más grande del siglo. Se registraron muchos casos en cuatro semanas, y después comenzó a bajar”, explicó en una charla organizada por la Facultad de Ciencias Químicas de la Universidad Nacional de Córdoba.
En cambio, durante esta temporada, algunas provincias del noreste argentino reportaron circulación viral sostenida durante todo el año. En la región centro, los primeros diagnósticos positivos se dieron en noviembre y diciembre. “En la primera semana de febrero, la curva dio un rápido ascenso. El pico se anticipó”.
“Por el cambio climático, Argentina se convirtió en un país tropical y subtropical. Eso favorece la presencia del Aedes aegypti durante más tiempo. Como tenemos casos todo el año, la prevención se debe hacer en invierno y en verano. Si esperamos hasta septiembre, llegaremos tarde”, destacó.
Signos de alerta
Glatstein recordó que algunos pacientes van a necesitar atención ambulatoria y otros requerirán internación. Todo dependerá de los signos de alerta y de las “condiciones asociadas”, según la clasificación de la Organización Mundial de la Salud.
La organización define que un paciente sin síntomas de alerta puede ser atendido en un centro de atención primaria, como un dispensario. Aquellas personas vulnerables por algún motivo, igual que embarazadas, menores de 1 año y pacientes con comorbilidades deben derivarse a un hospital para que se evalúe si necesita una internación.
En cambio, aquellos que presenten dolor abdominal, vómito persistente, sangrado en las mucosas, letargo, irritabilidad o hipotensión deben ser evaluadas en forma urgente porque tienen síntomas de alerta. La indicación suele ser la internación en sala común. La última categoría corresponde a dengue grave y requiere cuidados intensivos. Aquí se encuentran los pacientes con dificultad respiratoria, sangrado masivo o compromiso de distintos órganos.
“En todos los casos, hay que consultar. El médico va a valorar qué tipo de atención necesitará cada paciente”, finalizó la epidemióloga.