Provinciales

Legislatura de Córdoba. La oposición presiona con la renuncia de Gill y en el oficialismo crece la incomodidad

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La denuncia que pesa contra el ministro de Cooperativas y Mutuales, Martín Gill, por violencia de género realizada por una expareja, volvió a ocupar espacio en el debate en la Legislatura de Córdoba, donde tres legisladoras de la oposición le plantearon al gobernador de Córdoba Martín Llaryora que le solicite la renuncia al cargo hasta tanto se resuelta la situación judicial. En el oficialismo hay cada vez más divisiones sobre el tema.

Aunque las expresiones son a puerta cerrada, la denuncia de Gill no deja de causar preocupación en el oficialismo, donde ya no se oculta el malestar por el impacto político que la situación genera en el Gobierno provincial. Desde la mesa chica del gobernador ya algunos comenzaron a reconocer que la salida de Gill “es sólo cuestión de días”.

Esto divide a los oficialistas entre los que aseguraron que debe continuar en el cargo atento a su presunción de inocencia, y los más duros que esperan un pronto apartamiento de Gill del gabinete. Las legisladoras y funcionarias son las que desde hace ya varios días reconocen puertas adentro que es el ministro quien debe renunciar y evitar afectar al Gobierno.

Mientras que la mayoría de los legisladores, en cambio, confía que debe valer la presunción de inocencia y que apartarse del cargo sería un triunfo para la oposición, que desde abril de este año solicita el alejamiento del ministro.

Todos esperan el próximo paso de la jueza María Soledad Dottori, que entiende en la causa de la denuncia que realizó Lourdes Astudillo contra Gill. La magistrada puede fijar la fecha de inicio del juicio o determinar que la causa vuelva a la fiscalía de Juliana Companys para que se profundice la investigación. “Nadie le pidió la renuncia, pero sí es cierto que se lo está llevando a esta situación”, reconoció uno de los más próximos al mandatario provincial.

“Hay que saber dar un paso al costado siempre y más cuando se puede ver afectada la institucionalidad”, reconoció también una mujer del Gobierno provincial. “La salida de Gill es cuestión de horas, antes de la sesión teníamos mucha preocupación porque sabíamos que la oposición volvería sobre el tema”, confió otra dirigente oficialista, que estacó que no será el gobernador quien le pida el apartamiento.

“Si Gill se va, mañana la oposición pedirá la renuncia de otro ministro. Está imputado, tiene la presunción de inocencia y se puso a disposición de la Justicia”, dijo, en cambio, un oficialista que no está de acuerdo con el apartamiento.

Los tres proyectos que Juntos por el Cambio pidió en la sesión de este miércoles sobre tablas para que el gobernador aparte al ministro no lograron los dos tercios necesarios para abrir el debate (debía sumar 44 votos). Aunque en el recinto hubo varias lecturas políticas sobre el tema.

Por ejemplo, la legisladora de Villa María Verónica Navarro Alegre (PJ) no votó junto con sus pares del oficialismo que rechazaron que los temas sea abordados, sino que pidió la abstención al expedirse sobre el exintendente de su ciudad. Lo mismo hizo Karina Bruno, la parlamentaria del PRO, también del departamento General San Martín, con monobloque propio. Incluso el justicialista disidente Federico Alesandri votó con el arco opositor que intentó abrir el debate.

El oficialismo al oponerse y no permitir el juego a las exposiciones evitó los cruces entre las bancadas. Aunque mientras esto transcurrió hubo varias legisladoras justicialistas que confiaron en charlas de pasillo que esperaban una renuncia. “No le vamos a sacar el cuerpo al tema, pero debe irse”, dijo una parlamentaria. “Esperábamos una sesión más tensa, sabíamos que nos correrían con este tema. Gill debe tomar una decisión y poner su cabeza en la causa”, dijo otra legisladora.

En el recinto, las tres voces opositoras que hablaron sobre el tema fueron las juecistas Nancy Almada y Viviana Martoccia, y la radical Alejandra Ferrero. “El ministro Gill tiene coronita porque el Gobierno provincial lo sostiene. Con este proyecto quiero que no les fallemos a las mujeres que luchan por las víctimas de violencia de género y maltratadas por sus parejas. Acá no debe haber partidismo político”, expresó Almada.

“Está imputado en una causa muy grave de violencia de género, claro que existe el elemento de presunción de inocencia, pero estamos acá hablando de la ética pública. Un funcionario público debe honrar el alto honor de un cargo, inspirar confianza”, expresó Martoccia. Mientras que la radical Ferrero también pidió el apoyo del oficialismo y en especial de las mujeres.

“Vengo a hablarles a los cordobeses y decirles que no tengan miedo, y que las legisladoras de la oposición todavía tenemos valor y nos animamos. Repudiamos la actitud del gobernador que de manera pasiva y cómplice y de encubrimiento no procede. Aplaudo la decisión que tuvo el intendente de Córdoba Daniel Passerini en apartar a quien fuera el secretario de Transporte, Gabriel Bermúdez (imputado por acoso y denunciado por violencia de género)”, dijo Ferrero.

Desde el entorno del ministro se hizo saber a La Voz que no hará declaraciones periodísticas, así como que “es claro el apoyo del gobernador, el aprovechamiento político y la persecución mediática” en su contra.

LA VOZ

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