En UTN San Francisco desarrollaron un índice que mide la confianza de los empresarios agropecuarios de la región
Un grupo de investigación de UTN San Francisco desarrolló un índice para cuantificar la percepción, confianza y expectativas de empresarios agropecuarios de la región. Se trata del “Observatorio de Empresas Agropecuarias” (OEA) que incorporó a sus líneas de trabajo la generación del Índice de Confianza Empresarial del sector agropecuario (ICE Agro).
El grupo OEA se creó en 2016 y si bien se encuadra dentro de la Licenciatura en Administración Rural cuenta con el valioso aporte de docentes, estudiantes, graduados de diferentes carreras y especialidades. Su trabajo representa un aporte muy interesante al momento de proyectar y tomar decisiones, de utilidad para empresarios, dirigentes y analistas del mercado rural.
Una de las líneas de investigación del grupo es el ICE Agro que muestra el humor empresarial del sector, es decir, la confianza en la situación que se viene, la perspectiva a futuro.
«Nosotros evaluamos con una serie de preguntas cómo evolucionó la empresa en el período en el que estaban y cómo creen que va a evolucionar en el período siguiente, tomando como referencia cuatro dimensiones: empresa, sector, país, y capital de trabajo y tamaño de la empresa”, explicaron el ingeniero Agrónomo Gustavo Boglione y el licenciado en Administración Rural Luis Ariel Morano.
En base a eso, se cargan todos los datos en una fórmula, se obtiene un resultado que es ese índice y que «permite hacer una lectura adecuada sobre cuál es el humor del productor de cara a las próximas campañas”, añadieron.
Hoy el ICE Agro es de 71,5 puntos
OEA presenta cada seis meses el Índice de Confianza Empresarial del sector agropecuario, que surge de los datos obtenidos en encuestas realizadas a productores de los departamentos San Justo, de Córdoba, y Castellanos, de Santa Fe.
Con esa muestra obtenida a través de esas preguntas se elabora el índice, que en una escala de 0 a 100 (siendo 100 el máximo de confianza), en la medición de noviembre llegó a 71,5 puntos.
En ese dato se incluye la mirada de los productores en torno a las cuatro dimensiones antes mencionadas: la situación y perspectiva del sector, de la empresa, del país, y en la cuarta (incorporada desde 2018 para optimizar la medición) el capital humano y el tamaño de la empresa, que a su vez contempla, por ejemplo, la tenencia de la tierra como variable de peso.
El último Índice, de 71,5, muestra que a nivel país la expectativa es buena, pero a nivel del sector o a nivel región, por otras cuestiones como las climáticas o resultados obtenidos en la campaña de trigo, es levemente menor a la medición anterior.
“Desde un análisis cualitativo, nosotros pasamos a cuantitativo, para poder considerar si a futuro el productor piensa en achicar, o en agrandar su estructura, si piensa en invertir más o menos. Y eso es útil para tomar algunas decisiones en el mercado. De alguna manera es como cuantificar una percepción, y eso es lo interesante”, expresó Boglione.
Los investigadores resaltaron que puede extraer “muchos parámetros de evolución de la economía del sector. Es una herramienta que es útil, pero además debe ir acompañada por un contexto de información para explicar qué se mide, cómo, y después plasmar en un informe todos esos datos y su contexto para que la persona interesada pueda comprenderlos y tomar decisiones”.
Algo nuevo e innovador
En relación con el surgimiento de esta propuesta detallaron que “la idea del grupo OEA es la trabajar en lo que se llama Economía Naranja, participa grupo de docentes y estudiantes heterogéneo con trabajo parcial dentro de la facultad. «Todos tenemos otro trabajo, y eso aporta otra visión fuera de la Facultad. La idea era brindar algo nuevo e innovador al sector, y en ese sentido veíamos que no se medía el índice de confianza del sector”.
“Se trata de una medida comercial, económica, que se mide en todos los rubros: está el índice de confianza empresarial, comercial, industrial, maderero, pero no estaba el agropecuario. Comenzamos a pensarlo en 2016 y a hacer el formato o la metodología de cálculo, y empezamos a investigar, y descubrimos que se había medido seis meses en el INTA, en 2012, y además que se hacía algo en forma interna dentro de los AACREA. Después no había ningún otro índice de confianza agropecuario en el país. Entonces empezamos a medirlo”, agregó Morano.
La primera medición fue junio de 2017 con tres dimensiones: empresa, sector y país; luego en 2018 optimizaron la metodología e introdujeron una cuarta dimensión, que a su vez tiene dos subdimensiones, capital de trabajo y tamaño de la empresa con la salvedad de que tiene en cuenta la tenencia de tierra, no la propiedad, como un factor importante.
«Con esto, queremos evaluar también el hecho de que la mirada del productor que trabaja menor cantidad de superficie puede ser diferente al de que trabaja con grandes superficies de terreno”, dijo Boglione.
Los investigadores destacaron que “hay otros índices similares, con los cuales hasta el momento hay una correlatividad en los resultados. Pero su índice resulta ser más preciso porque los encuestados son de la región centro, de los departamentos San Justo y Castellanos.
«Cuando uno después coteja lo que da el índice con lo que sucede o sucedió, hay una relación directa entre lo que nos indican los datos obtenidos y lo sucedido después. Los años que el índice daba alto, el sector mejoró y los índices que daba bajo, el sector recuperó. O sea que también tiene una correlación con los eventos. Por eso nosotros también resaltamos que este índice es muy puntual y focal de esta región de confluencia”, destacaron desde OEA.
Proyecto homologado por UTN
El ingeniero Raúl Marlatto es el director del proyecto y explicó que esta línea de trabajo mantuvo un crecimiento notable.
«En 2024 logramos que se consolide como un Proyecto de Investigación y Desarrollo homologado por UTN, y esto marca un punto importante dentro de la Licenciatura en Administración Rural, porque es el puntapié inicial para el trabajo y la formación de futuros investigadores de esta carrera”, sostuvo.
Otras áreas
También es necesario destacar que el grupo OEA trabaja una línea de investigación de Huella de Carbono en el medio, y una de precipitaciones y su impacto.
“Es importante que, al analizar la expectativa de una gran población de gente, el hecho de que este índice tenga una trayectoria, hace que la población de encuestados sea cada vez mayor, entonces eso, estadísticamente, te da mucha mayor certeza. Acá se toma en cuenta la percepción de muchas personas y eso también es importante, la población de encuestados creció mucho, y eso reduce mucho la falla. Hoy estamos en el orden de menos del 10% de error”, agregó.
Utilidad
Los integrantes de OEA señalaron además que el ICE Agro “se puede elaborar de acuerdo con las inquietudes o necesidades de quien lo requiera, por ejemplo, para empresas que lo necesiten para tomar decisiones, o tener una mirada más certera del mercado al que están orientados».
Los desarrolladores lo tienen a disposición de quienes lo requieran para lo cual se los interioriza en qué consisten estas mediciones y el Índice de Confianza Agropecuario y cómo puede acceder a estos datos que generan desde UTN.
Finalmente, Morano, y las estudiantes Agustina Scellatto y Kamil Maggi, solicitaron que cuando algún productor recibe vía correo electrónico, vía whatsapp, el formulario para completar, que se tome unos minutos para responder las preguntas.
«No preguntamos números, sino simplemente es si está igual, peor o mejor, son encuestas anónimas y mucha utilidad para nuestras investigaciones, ya que aportan datos importantes, y cuanto más grande sea la muestra, mejor”, subrayaron.
Los interesados en contactar a los integrantes de este grupo de investigación y conocer más sobre el ICE Agro, pueden ingresar a la web grupooea-utn.my.canva.site, en Instagram, @grupooea.utn, o vía mail a Investigacionlarutn@gmail.com.
PRENSA UTN