¿Cómo poder diferenciar si los síntomas son de dengue, de gripe o de Covid?
Esas infecciones se pueden manifestar con fiebre, pero ¿con qué características se diferencian? Las dudas podrían generar una baja en las consultas por dengue. Cuáles son los signos de alerta y en qué consiste el aislamiento en ambos casos.
Una de las preguntas más frecuentes es cómo diferenciar un cuadro de dengue con el de gripe. Crece la impresión de que hay muchas personas que creen atravesar un cuadro de gripe, cuando en realidad (y aunque los síntomas no son iguales) podrían estar infectados de dengue.
Esa situación podría estar distorsionando el número real de afectados por dengue y, a la vez, generando que la consulta médica no se haga o llegue tarde. Este punto viene admitiéndose como preocupación en los ministerios de Salud de varias provincias.
Se sabe que con la fiebre se manifiesta tanto el virus transmitido por mosquitos como una infección respiratoria. Ahora, ¿cómo se distingue un cuadro de otro?
Miguel Díaz, director del hospital Rawson de Córdoba, explicó que una infección respiratoria se manifiesta por lo general con tos, rinitis, congestión, resfrío o placas. Como su nombre lo indica, hay compromiso de las vías aéreas superiores o inferiores.
En cambio, existe un síntoma característico del dengue: el rush cutáneo. Se denomina así a la erupción en la piel que puede manifestarse con picazón. Los pacientes refieren además un dolor articular muy intenso y pinchazos detrás de los ojos.
En el caso de la fiebre chikunguña, la fatiga corporal es tan intensa que la enfermedad fue bautizada, en un dialecto africano, como “doblarse por el dolor”.
En este momento es baja la circulación de virus respiratorios pero es alta la de dengue. En cualquier caso, hay que consultar a profesionales médicos.
PATRÓN COMÚN
Cuando el virus del Sars-Cov-2 aterrizó en el país, en 2020, la región atravesaba una de las epidemias más grandes de dengue de la historia.
Como la fiebre era el patrón común en las dos enfermedades, los centros de salud armaron circuitos de atención diferenciados. Por un lado, los pacientes febriles. Por otro, los que consultaban por otro motivo.
Dentro del circuito rojo o “febril”, las patologías se distinguían según sus manifestaciones clínicas.
Ambas infecciones desencadenan una etapa aguda (cuando los síntomas se presentan con fuerza y la persona comienza a contagiar). Después, si la consulta se demora o existen otros factores (como riesgo, edad o patología previa), la cosa puede complicarse.
El Ministerio de Salud provincial publicó este año un documento que identifica los signos de alarma en dengue y chikunguña. Los diferencia además de los demás virus respiratorios, aclarando que puede llegar a darse una coinfección entre distintos gérmenes.
A grandes rasgos, el dengue puede provocar el compromiso de otros órganos del cuerpo. En consulta se están viendo muchos casos de hepatitis o alteraciones de las funciones hepáticas. También puede comprometer el corazón de una persona que tiene o no enfermedades previas.
El aislamiento en dengue es entomológico (a diferencia de lo que sucedía con Covid-19). La persona puede seguir con su vida siempre y cuando se aplique repelente cada dos o tres horas. Esto no es regla de tres simple: si existe un compromiso de otros órganos o la enfermedad evoluciona, entonces se requiere un reposo. Como no tiene un tratamiento específico, el paciente debe ser hidratado y contenido para evitar complicaciones.
El consejo siempre es que consulten lo más rápido posible.
CÓMO DIFERENCIAR
Signos de alarma de dengue:
- Dolor espontáneo o provocado abdominal
- Vómitos persistentes
- Acumulación clínica de fluidos
- Sangrado de mucosas
- Letargia, irritabilidad
Signos de alarma de Covid-19:
- Fiebre persistente
- Disnea
- Trastornos de la conciencia
- Irritabilidad
- Vómitos persistentes
- Diarrea persistente
- Deshidratación
- Cefalea intensa y persistente
DEMORA EN LA CONSULTA
En la última reunión de monitoreo de dengue, autoridades sanitarias reiteraron que la gente suele demorar la consulta ante la aparición de síntomas leves.
Este retraso puede magnificar un brote, ya que el mosquito sigue transmitiendo el virus en un barrio o localidad donde la enfermedad no fue diagnosticada.
Para Díaz, esto puede deberse a que muchas personas quedaron sensibilizadas después del Covid-19. Algo así como un efecto pospandemia.
“Me parece que mucha gente tiene miedo de volver a consulta. Temen que le indiquen un reposo de cinco o siete días que seguramente no están en condiciones de hacer, por la crisis social y económica que nos toca vivir. A esto ya lo habíamos visto en la última fase de la pandemia. Pacientes que no iban al médico o que escondían síntomas por la imposibilidad de perder días de trabajo”, agregó.
Por otra parte, el aumento en la demanda por guardia e internación -por todas las causas que fueron postergadas en la pandemia- está generando una tensión en el sistema de salud, que se manifiesta con demoras frecuentes en la atención. Esto puede desalentar a las personas a consultar, en especial, si tienen síntomas leves.
LA VOZ