¡Los Falaropos ya están arribando a las costas del Mar de Ansenuza!
¿Sabías que llegan a nuestra región en esta época y que son responsables de conectar todo un continente a lo largo de su ciclo de vida anual?
Si alguna vez, parado en las orillas de la laguna Mar Chiquita, pudiste observar aves diminutas volando en grandes bandadas y girando muy rápidamente al unísono, ¡Eran ellos!
Hoy, queremos celebrar el inicio de su llegada, contándoles un poco más de esta tan particular ave migratoria:
Son playeros pequeños, de 22 a 24 cm de largo, con alas estrechas y puntiagudas. Sus picos son rectos, en forma de aguja y de color negro. En cuanto a su plumaje, en nuestro humedal, podrás observarlos en estadio no nupcial, donde, sus partes dorsales son gris claro y sus cejas, rabadillas, supracaudales y partes ventrales son blancas. Tienen líneas oculares oscuras.
Se reproducen exclusivamente en el Neártico, haciéndolo en humedales poco profundos. La incubación dura 23 días y es realizada por el macho, quien, además, será responsable de cuidar a las crías. La hembra generalmente abandona al macho al finalizar la nidada.
Son excelentes nadadores que avanzan moviendo la cabeza en forma alternada de atrás hacia adelante y cuando se alimentan, lo hacen en círculos para capturar a los pequeños invertebrados que suben a la superficie con el movimiento del agua.
Ansenuza constituye un sitio clave para el bienestar de esta especie que llega de a miles, llegándose a contar más de medio millón de individuos cada año.
En reconocimiento de su gran valor, forman parte del emblema de nuestro Parque Nacional, el cual llevamos con orgullo cada día