¿Cómo se explica la alta conectividad de los argentinos al celular?
Argentina está hiperconectada al celular. Según datos de diferentes consultorías en el año 2023, la población argentina destina al aparato de bolsillo, de media, unas 9 horas y 39 minutos a lo largo del día. Esta cifra, que es mayor que el tiempo que se destina al trabajo y a otras actividades como el sueño, sitúa al país en quinto lugar mundial. Lidera la lista Filipinas, con prácticamente 11 horas. Empatados con una hora menos están Brasil, Colombia y Sudáfrica, que son distanciadas por pocos minutos.
Los estudios explican estas cifras por las redes sociales, la actividad a la que se le dedica más tiempo, aunque no la única. Entre la gran competencia que hay en este sector que une comunicación y entretenimiento ha habido un cambio de aplicación en lo más alto del ranquin respecto a tiempos pasados. TikTok se ha erigido como la principal plataforma del momento, con sus vídeos de corta duración, por delante de otras consolidadas desde hace lustros como YouTube o Facebook.
Los motivos del tiempo conectado
Son varios los motivos que explican cómo es que la conectividad a nivel mundial solo hace que ir hacia arriba si observamos su uso. Uno de los principales es el precio de acceso, tanto por los dispositivos en sí como las redes. Estos cada vez son más accesibles para la población y, lo que antes parecía ser una cosa al alcance de pocos, ahora se ha convertido en algo habitual. En torno a nueve de cada diez argentinos tiene en su haber un dispositivo inteligente capaz de conectarse a internet.
Estrechamente vinculado con lo comentado está que el número de actividades que han migrado a las pequeñas pantallas ha aumentado de una forma que hace años atrás sería difícil de creer. Por ejemplo, hay plataformas especializadas que han logrado integrar los mecanismos físicos de las slots en los celulares y las pantallas de una forma natural. Además, estas brindan a sus aficionados muchas más posibilidades que en el pasado, innovando en el formato y ambientaciones temáticas.
Y es que la adaptación y la calidad del salto a las pantallas es total más allá de la complejidad que las prácticas presenten. En los teléfonos inteligentes, aquellas acciones que antes requerían de los cinco sentidos y concentración se han normalizado. Las comunicaciones, ya sea en entornos laborales o personales, por ejemplo, a través del correo electrónico, o la gestión bancaria, ahora en forma de aplicaciones, son dos buenos casos que reflejan cómo aquellas tareas más difíciles se han ido integrando en el día a día.
Todo ello está envuelto con el hecho de no necesitar encontrarse entre las cuatro paredes del hogar para realizar cualquier actividad, acción o tarea: la inmediatez. El celular es ahora la pequeña computadora que nos acompaña buena parte del día y brinda la opción sin importar el lugar, el momento ni las circunstancias. Eso hace que, en tiempos de poco valor, como esperas o aburrimiento, se puedan llenar los minutos con alguna de las muchas opciones que el dispositivo nos propone.
El futuro, más cerca que nunca
El presente de algunos países ya nos muestra cómo será el futuro a corto plazo de la actividad de celulares. Todo apunta que las funciones no dejarán de aumentar y serán cada vez más las tareas que se podrán realizar desde el bolsillo. Sobre todo, aquellas exclusivas que aprovecharán al máximo las posibilidades del aparato como las cámaras, algo que en otros dispositivos está poco aprovechado, como ya se puede ver en el uso de la realidad aumentada en videojuegos y otro tipo de aplicaciones.
Siguiendo esa línea, se espera más presencia de tecnologías que en los últimos tiempos están boca de todos, como es la inteligencia artificial. Si bien habrá plataformas especialmente centradas en este avance, hay otras que integrarán el teléfono inteligente de forma natural. Estamos hablando, por ejemplo, en el momento de capturar imágenes, de una mejor gestión del potencial de rendimiento o la mejoría en materia de ciberseguridad. Todo para un mayor aprovechamiento.
