Perfil «on line»: la mitad de los suelos agrícolas de Córdoba ya tiene su “historia clínica”
A fines de 2018, la Legislatura de Córdoba sancionó un proyecto de ley que está en fase de implementación y constituye un cambio trascendental para el sector de la salud: la Historia Clínica Electrónica Única. Consiste en una plataforma on line que concentrará todos los datos de los pacientes que se atiendan en hospitales y clínicas de la provincia, y que reemplazará a los registros que cada establecimiento llevaba por separado.
Los suelos de Córdoba no están enfermos pero necesitan cada vez más hacerse chequeos para corroborar que el crecimiento que tuvo la frontera agrícola en los últimos años, y que significó la incorporación de perfiles “frágiles” al área cultivada, no impacta sobre su calidad y sostenibilidad.
En ese marco se inscribe una iniciativa que llevaron adelante en los últimos cuatro años el Ministerio de Agricultura de la Provincia y el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (Inta), con el apoyo de técnicos de las universidades nacionales de Córdoba y de Río Cuarto. El objetivo es actualizar las cartas de suelos de Córdoba con la mayor precisión territorial posible y presentar la información de manera libre y on line.
Una suerte de “historia clínica” de los suelos, según la mirada del director de Conservación de Suelos y Manejo de Agua de la cartera agropecuaria, Eugenio Fernández. “Lo que estamos logrando es un inventario actualizado de la evolución de la salud de los suelos a lo largo del tiempo. Es algo que necesitamos tanto el Estado como la producción para mejorar la toma de decisiones”, resumió el técnico a Agrovoz.
Impulsada por el Inta, la confección de los mapas de suelos comenzó a fines de la década de 1960 y avanzó de manera intensiva por todo el país hasta que a fines del siglo 20, a medida de que se fue completando la cobertura territorial, la capacidad operativa se redujo de manera considerable.
En 2016, la Provincia decidió financiar el proyecto de actualización de estas cartas y desde ese momento lleva invertidos ocho millones de pesos para relevar cinco millones de hectáreas: tres millones con una escala 1:50.000 (un centímetro equivale a 500 metros) y dos millones a una relación 1:100.000 (cada centímetro representa un kilómetro).
De ese monto, ya hay 3,5 millones de hectáreas cuyos datos fueron digitalizados y están disponibles en el sitio web http://suelos.cba.gov.ar/. Si se tiene en cuenta que el área sembrada anualmente en Córdoba asciende a unos ocho millones de hectáreas, la superficie que se puede consultar on line representa casi la mitad.
En detalle
En concreto, lo que puede observarse son 22 cartas de suelos que contienen resultados de los estudios de campo, de gabinete y de laboratorio efectuados, presentados en forma de textos explicativos y de mapas a diversas escalas.
Por ejemplo, entre otros datos técnicos, se puede saber cómo están compuestos los suelos en cada zona, de qué clase son, qué color tienen, de cuántos centímetros es la capa “arable” u horizonte superficial, qué contenido de materia orgánica presentan y si poseen buena o baja capacidad de almacenamiento y drenaje. También se ofrece un índice de productividad.
Las 22 cartas que ya están subidas son las de Jovita/Melo/Cañada Seca, General Levalle, Colonia La Providencia, Alcira Gigena, Berrotarán, Río Tercero, Villa María, Oncativo, Villa del Rosario, Río Primero, Del Campillo, Villa Huidobro, Huinca Renancó, Marcos Juárez, Laboulaye, Buchardo, Jesús María, Rufino, La Cesira, Cañada de Luque, Villa Santa Rosa y Villa Valeria.
“La utilidad de los mapas de suelos no es sólo para hoy, sino pensando en el futuro. El nivel de exigencia que les estamos aplicando, para lograr cada vez mayores rindes, es muy grande. Por eso, este inventario necesita de un proceso de actualización permanente”, subrayó Fernández.
Se refirió, por ejemplo, a que “hace 30 años nadie pensaba que los cultivos iban a tener respuesta al fósforo y hoy es necesario utilizarlo”. Sostiene que los sistemas de producción requieren de muchos nutrientes que muchas veces se extraen y no se reponen en la misma cantidad. “El mapa de suelos es la herramienta que nos permite ver la evolución y predecir las nuevas demandas que va a haber a futuro”, añadió.
En ese sentido, mencionó que además de finalizar con el relevamiento de la totalidad de la superficie productiva de Córdoba, algo que prevén concretar a lo largo de 2020, a mediano plazo la idea es no solo monitorear la estructura de los suelos, sino también su fertilidad.
La Voz