Còmo construir realidades libres de violencia para niños y niñas
En el marco de la campaña mundial de la ONU Mujeres “16 Días de Activismo contra la Violencia de Género”, coordinada a nivel local por el Ministerio de la Mujer de Córdoba, el equipo de la Dirección de Maternidad e Infancia ofreció a equipos de salud y a la comunidad una charla para informar y sensibilizar sobre diversos aspectos de la violencia de género en las distintas etapas de la vida.
La bienvenida al encuentro estuvo a cargo de Marcela Yanover, directora de Maternidad e Infancia, quien valoró la campaña como una buena oportunidad para visibilizar esta problemática y reflexionar sobre cómo los equipos de salud pueden acompañar a la comunidad para evitar y reducir violencias hacia niñas y mujeres.
Agregó también que es una valiosa ocasión para recordar a la población la oferta de atención y dispositivos que se encuentran en marcha para el abordaje de este tipo de situaciones.
El primer tema que se trabajó fue el de violencia obstétrica y estuvo a cargo de Analía González. La especialista explicó que el concepto hace referencia a cualquier acto que no respete los derechos de las personas gestantes y recién nacidas contemplados en laLey nacional 25.929.
A continuación, se detuvo en la importancia de que el equipo de salud acompañe y vuelva accesibles distintas prácticas esenciales para el bienestar de las y los bebés recién nacidos y de las mamás.
González puntualizó que la “primera hora de oro” constituye una de esas prácticas. Detalló que la frase hace referencia a los primeros 60 minutos de contacto piel a piel entre la mamá y el bebé, el cual favorece el apego y la lactancia, por lo que es clave que las personas gestantes cuenten con esta información y que el equipo de salud respete este derecho y lo facilite.
A continuación, Celsa Bruenner destacó que es sustancial que las mamás tengan conocimiento de sus derechos y posibilidades en cada etapa del embarazo, parto y puerperio, porque de esa manerapodrán elegir y participar de una manera más activa.
Asimismo, Bruenner acentuó que es esencial el compromiso de los y las profesionales en lapromoción del acceso a los programas de preparación integral para la maternidad –PIM-, como así de garantizar el acompañamiento de las personas durante su trabajo de parto y al momento del parto.
Además, destacó la importancia de un alojamiento conjunto del bebé y la mamá, lo cual, entre otros beneficios, produce mejoras a nivel hormonal y favorece la recuperación luego del parto.
También se refirió al derecho a la lactancia materna, que en las personas gestantes reduce riesgos de cáncer de mama, por ejemplo, y en niños y niñas previene la obesidad, trastornos digestivos, alérgicos, distintos tipos de cáncer a lo largo de la vida, además de mejorar su coeficiente intelectual.
Al respecto, explicitó que todo tipo de consulta médica con una persona que cursa un embarazo, en cualquiera de sus etapas, es una oportunidad para que los y las profesionales, de cualquier especialidad médica brinden información relacionada a estas prácticas que benefician la salud de las mamás y sus hijos/as.
En cuanto a los derechos de niños y niñas nacidas de manera prematura, destacaron que Córdoba es una de las provincias argentinas pionera en el cuidado de estos derechos a través del Programa Red Serenar – Red de Servicios de Seguimiento de Recién Nacidos de Riesgo– dependiente de la Dirección de Jurisdicción de Maternidad e infancia. Se trata de una red de atención integral para quienes nacen antes de tiempo, la cual colabora en las garantías relacionadas a su desarrollo e integración a la sociedad en igualdad de oportunidades con los demás niños.
A su turno, Beatriz Fernández, del Programa Provincial de Maternidad y Paternidad Responsable, se ocupó de los derechos sexuales y reproductivos en las adolescencias, y enfatizó en la necesidad de aportar a vínculos sanos y a una salud sexual placentera y cuidada, donde los y las profesionales de salud tienen una participación determinante, ofreciendo información y asesoramiento sobre métodos anticonceptivos y salud sexual, entre otros aspectos vinculados a estos derechos.
Luego, Gabriela Rodríguez, referente del programa de Salud Integral en Adolescencias, remarcó que es fundamental acompañar a los y las adolescentes en la construcción de vínculos basados en el amor, en el respeto y el consenso. También especificó que es clave trabajar con estos grupos las implicancias de las decisiones, para el autocuidado y la protección hacia sus afectos.
Rodríguez compartió que en los consultorios de salud integral dispuestos en los distintos establecimientos de salud los y las jóvenes pueden acceder a consultas en torno a su salud mental, alimentación, anticoncepción, como también acceder a consejerías y a tratamiento adecuado.
Además, recordó que, debido a la interrupción de la actividad presencial en las escuelas, las asesorías que se realizaban en instituciones educativas se sostienen de manera virtual, a través de la propuesta #PorAcáSí – Salud integral en adolescencias.
Se trata de un dispositivo que ofrece orientación y consejería en salud con perspectiva de géneros y derecho para adolescentes entre 10 a 19 años –que cursen o no el ciclo lectivo-, mediante las redes sociales Facebook PorAcáSí – Salud Integral en Adolescencias– e Instagram -@poracasicba–.
Por su parte, María Teresa Arinci abordó aspectos relacionados a la crianza. En torno a ello aseveró que las familias no construyen al azar los modos de educar y acompañar en su crecimiento a niños y niñas, ya que estas maneras están atravesadas por la propia historia y el momento especial en que los más pequeños llegan a cada familia.
Una de sus reflexiones se focalizó en el mundo que las personas adultas muestran a niños y niñas, y advirtió sobre lo esencial que resulta preguntarse qué realidad se les elige mostrar y con qué palabras contarla.
En esta línea, explicó que en lo cotidiano se construyen modos de relación, roles y funciones, asignadas o naturalizadas socialmente, que muchas veces, si no se cuestionan y revisan, pueden colaborar en reproducir violencias e injusticias hacia las niñas y mujeres.
Al respecto, Arinci subrayó el rol clave del equipo de salud en cuanto al acompañamiento de las familias para promover trayectorias de salud cuidadas de niñas y niños y sus espacios de crianza, libres de violencias, prejuicios y estereotipos de género; ya que aquello que sucede en los primeros años de las niñas y niños tendrá su correlato a lo largo de toda la vida.
Para finalizar, la especialista leyó el cuento Arturo y Clementina de Adela Turin, invitando a la reflexión en cuanto a la naturalización de las violencias.
Las personas interesadas en acceder al contenido audiovisual del encuentro pueden ingresar a: niñas y mujeres sin violencias