Según un estudio, más de la mitad de los hipertensos no tiene contralada la enfermedad
El 54,4% de las personas que descubrieron ser hipertensas, consultadas en un nuevo relevamiento de la Sociedad Argentina de Hipertensión Arterial (SAHA), no tenía contralada su presión arterial, no estaba bajo tratamiento, o ni siquiera sabía que tenía la enfermedad, informó la organización.
Los datos difundidos hoy, surgen de una una nueva edición de la campaña ‘Conoce y Controla tu Presión Arterial’ (CyC 2020) que esta vez se realizó sin mediciones presenciales, sino apelando a que la gente que tuviese un tensiómetro domiciliario, midiese a toda la familia y subiese los datos a una plataforma en una encuesta online.
Como principal conclusión del relevamiento, se observó que una de cada dos personas mayores de 16 años (50,2%) era hipertensa. Para determinarlo, se consideró a todos aquellos que reunían uno de estos tres criterios: a) los que se reconocían como tales, b) quienes tomaban medicación antihipertensiva y c) los que en la medición presentaban cifras tensionales iguales o superiores a 140/90 mmHg, valor de corte establecido por el Consenso Argentino de Hipertensión para determinar una presión arterial elevada o mal controlada.
De todos ellos, el 45,6% estaba tratado y controlado; uno de cada tres (37,2%) -pese a estar bajo tratamiento- no tenía controlada su hipertensión arterial (HTA); el 5,1% -aunque se conocía hipertenso- no estaba bajo tratamiento; y el 12,1% desconocía el diagnóstico y, obviamente, no estaba tratado.
En total, el 54,4% de las personas hipertensas o no tenía contralada su HTA, o no estaba bajo tratamiento, o ni siquiera sabía que tenía la enfermedad.
Participaron de la campaña 7.941 mayores de 16 años de 2.678 familias (44% hombres y 56% mujeres), los que reportaron el promedio de 2 mediciones de la presión arterial realizadas en sus domicilios con sus propios tensiómetros, entre el 12 de agosto y el 14 de septiembre.
En Argentina se considera que una persona es hipertensa luego de tres mediciones de la presión con los valores de 140/90 mmHg o superiores, de acuerdo al valor de corte establecido por el Consenso Argentino de Hipertensión para determinar una presión arterial elevada o mal controlada.
«Los valores hallados en esta campaña no son comparables con los de ediciones anteriores, porque no se evaluó a gente desprevenida que iba caminando por la calle y aceptaba formar parte de la campaña, sino que participaron personas que en sus hogares contaban con tensiómetros para medir la presión, lo que seguramente nos esté indicando que al menos uno de los integrantes de la familia o padece hipertensión o presenta antecedentes que hacen que esté preocupado por el tema», sostuvo Irene Ennis, presidenta de la SAHA.
«Aun así, uno de cada dos individuos presentó hipertensión y uno de cada tres, pese a estar bajo tratamiento, no la tenía controlada, situación que se corresponde con lo que se ve a diario en los consultorios», agregó.
La especialista recordó que la hipertensión arterial «constituye la principal causa de muerte prematura y discapacidad en el mundo y en la Argentina y que es el principal factor de riesgo para desarrollar enfermedades cardiovasculares».
Por su parte, el presidente electo de la SAHA Marcos Marín recordó que en Argentina 100 mil personas menores de 75 fallecen cada año por alguna causa cardiovascular y «32.000 de ellas son atribuibles a la falta de control de la HTA», lo que equivale a decir que «90 personas mueren por día por no tener la presión arterial controlada».
A pesar de que la hipertensión arterial es la primera causa de ACV y tercera causa de infarto de miocardio, se estima que sólo dos de cada 10 hipertensos están bien controlados ya sea por falta de diagnóstico o correcto tratamiento.
«Mucha gente considera que alcanza con cuidarse un poco con las comidas, restringir el consumo de sal y hacer ejercicio o bajar de peso. Por supuesto que todo eso ayuda y es muy importante, pero para el tratamiento de una persona hipertensa en la gran mayoría de los casos es imprescindible además el abordaje farmacológico», concluyó Ennis.
Fuente: Télam